Prometía bastante, pero se quedó en el camino. Y eso que el principio es de aúpa, en donde se muestra el que será el pilar maestro de la película, el gran Christoph Waltz dando vida al coronel Hans Landa. No sé que hubiese sido de la película sin la gran actuación de este actor nacido en Viena. Su diálogo con el francés del comienzo augura algo que después no llega, por culpa de escenas demasiado largas e intrascendentes. Aparte de eso el actor es capaz de mostrarse inquietante, cómico o serio, dependiendo del momento y de la circunstancia. Oscar merecido por su gran trabajo.

Justo después de ese primer acto es cuando aparece el segundo protagonista de la película, el teniente Aldo Raine, interpretado por Brad Pitt (sobreactuado, sí, pero mejor así). En ausencia de Waltz, Pitt es el otro que hace un buen papel. Por eso cuando en escena no aparece ninguno de los 2 el nivel de la película desciende irremediablemente. Es entonces cuando los minutos van pasando sin nada especial que destacar (salvo cuando aparece alguno de los 2) hasta llegar a la apoplejía final.

Pero antes de llegar a ese final, vamos a hacer un aparte para hablar de lo que es en general la película. Al saber que está dirigida por Quentin Tarantino, uno piensa que se va a encontrar bastante violencia, y grandes diálogos. Pues salvo alguna excepción, no hay mucho de lo primero y de lo segundo algo más, pero sigue siendo insuficiente. Aunque hay escenas que son destacables, como la de Brad Pitt hablando en italiano con Waltz (hablar es un decir, es una escena graciosa).

Volvamos al final, que es lo que te deja con buen sabor de boca y disfraza lo insustancial que ha sido el resto de la película. Ahí sí que se nota el sello Tarantino en todo su esplendor, al tiempo que cambia la historia a su antojo. Por eso al acabar piensas que has visto una gran película, aunque una vez pasado ese éxtasis te das cuenta de que simplemente es un ligero entretenimiento basado en la actuación de 2 personajes, con una duración excesiva.

A ver qué es lo siguiente que nos brinda Tarantino.

De más a menos. Si se revisa esta trilogía de los mutantes se ve claramente un descenso de nivel entre cada película, siendo evidente la decadencia en esta última obra.

¿Por qué? El guión es terrible. Se encadenan escenas que sirven para lucimiento de un personaje concreto hasta que se produce la media hora de desmadre final. Que entre la presentación de nuevos y antiguos personajes se nos va media película, y las motivaciones del villano son bastante pobres, para lo que podía haber dado de sí. También está la dificultad de conseguir sorprender al espectador, limitándose a ser una más de superhéroes buenos contra malos.

Pero vamos al spoiler para detallarlo todo.

Es un horror de película, pero yo me lo pasé bien. La verdad me gustaría que le metiesen un par de hostias a cada uno de los que aparece, desde el policía histriónico con ganas de venganza, pasando por la chica con sus gritos enfermizos, y llegando hasta el viciosillo Leatherface y sus cansinos compañeros de farra.

Seguro que se lo pasaron pipa rodando, bueno, todos menos la chica (suscribo los comentarios en cuanto a sus piernas). Sobretodo porque se nota una falta del trabajo de guión alarmante así como la ridiculización de Leatherface haciendo que protagonice unas escenas de enfermo sexual bochornosas y desconcertantes.

Sin embargo obviando todos estos detalles, podemos decir que por lo menos no se hace larga (aunque haya partes como la del banquete, otra vez el banquete, que sí son eternas), y que tiene un final decente, con batalla entre motosierras incluida.

Eso sí, muy inferior a la primera.

Es adorable la historia de Wendy con su también adorable perrita Lucy. Y la vida es puñetera, sobretodo cuando las desgracias nunca vienen solas y se entra en una espiral que hace que todo de vuelva jodidamente mal.

En la película se retratan esas desgracias que le ocurren a la protagonista como el coche que la deja tirada, el momento en que la pillan intentando robar y la posterior detención, así como la desaparición de Lucy, tema central de la misma y que ocupa la mayor parte de la duración de la película.

No es que esté mal ya que los personajes son convincentes pero la historia es muy simple, y para durar 80 minutos se hace bastante larga con un ritmo y desarrollo lento en exceso y situaciones algo repetitivas.

Pero así es la vida, ¿no?

El planteamiento, la premisa inicial es interesante y el desenlace final sorprendente y bastante potable. Intercalar cada cierto tiempo imágenes de cómo se originó todo se hace con acierto esta vez.

¿Por qué, entonces, esta baja nota?