Haz click aquí para copiar la URL
Cuba Cuba · Barcelona
Críticas de Luisito
Críticas 2,317
Críticas ordenadas por utilidad
5
12 de enero de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es que me interese mucho realmente la vida de Hoffa, el sindicalista desaparecido, depredado por su propio sistema de vida y presumiblemente caído a manos de los malos más malos de la historia de los yankees. No, no me interesa para nada Hoffa, y menos una segunda visión de sus quehaceres y su muerte de más de dos horas (la de DeVito) tras ver una primera de bastante más de tres horas ("El irlandés", de Scorsese): llego aquí de rebote y cansado. Son más de cinco horas en total, y esto ya no tiene que ver con el tema, es una cuestión de amor al cine, de otra manera no puedo explicar qué hago aquí escribiendo sobre una cuando no pienso escribir sobre la otra.

Mafiosos los hay en cada esquina de la Historia del Cine, tíos broncas lo mismo, pero Jack Nicholson, disculpen, sólo hay uno. Si Hoffa me la trae al pairo, Nicholson desde luego que no. Esta primera versión cinematográfica de la vida y obra del sindicalista no es una gran película; no he venido aquí a comparar las dos versiones, eso es un trabajo inútil, he venido a defenderla en su propio contexto, con la sana objetividad que me da haber visto tantas horas seguidas de un fulano que no me interesa. Hoffa fue un interesado, un tío que sabía quedar bien con la mayoría de gente pero si le invadía la rabia y la ira era capaz de cometer graves errores: DeVito acierta con el significado y, atención, es superior en cuanto a la resolución final. Pero la película se hace eterna, irremediablemente larga...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Luisito
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
5
7 de enero de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
No negará nadie que una película así está hecha para que el espectador disfrute desde el primer minuto con la presencia de Humphrey Bogart, un tío al que se le da tan bien el gatillo como los puños, tiene labia para enfrentarse a quien sea y es un experto en el arte del amor. De los grandes tándems que ha dado el cine en su larga historia se pueden escoger unos cuantos, para gustos los colores, pero el que formaron Huston y Bogart sin duda es de los mejores. "A través del Pacífico" es una muestra, puede que no la mejor, pero ya queda claro qué es lo que quería el director de un protagonista como él: un modelo de ser humano capaz de ser el centro de un huracán de idas y venidas de sus tramas.

Bogart para todo, incluso para calzar una metralleta y darle a todo lo que se mueva. Bogart es bueno hablando, es un lince que parece saberlo todo, aunque siempre hay cosas que se le escapan y que pueden ponerle en peligro, eso sí, por muchos palos que le den él sale adelante. Y por supuesto, que no se sorprenda nadie, se liga a la mujer florero que sea.

No es una gran película pero entretiene una barbaridad. Un poco chapuza a menudo, aunque por lo que se lee fue un encargo que se realizó en un plazo muy corto de tiempo y carece de una supervisión más fina. De todas maneras, contar con Greenstreet siempre da buenos resultados, está enorme. Otra cosa son las vueltas de tuerca de la trama, puede que no sean una maravilla, cosas que tienen más que ver con el contexto en el que se realizó la película. Poco menos que al borde del abismo bélico.
Luisito
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
5
25 de diciembre de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
No pienso volver a verla. Hay quien tiene casi firmado ante notario ver esta película tan sobrevalorada de forma obligada una vez al año, porque hay a quien le mola ver las estúpidas listas de Cusack de sus fracasos amorosos, las listas de sus canciones hechas para según qué momento o la lista de la compra. Yo no la veré más. Puede que lo mejor que he leído es que sus dos colegas, que más que trabajar se reúnen en la tienda de discos, suponen la representación de su ego dividido en la parte más canalla y salvaje y la otra apocada y tímida. No volveré a verla porque ya he tenido bastante de ese mirar a la cámara en primera persona, de no valorar lo que deja atrás y dejar que quede ahí en el pasado; ya he tenido bastante de Cusack, que desprecia a la Zeta-Jones porque ella lo despreció a él mucho antes; ya he tenido bastante de frikis que entienden más de música que los propios músicos, porque acaban siendo unos cansinos (Cusack el que más) y su supuesto humor urbanita me la trae al pairo.

Un cinco, está tan sobrevalorada como tantas otras nacidas en la Meca del cine, enseñándonos los teóricos problemas de un inmaduro que no es capaz de echarle un par y tirar para adelante. Ese tío acabará siendo un amargado y un infeliz toda su vida. Yo también le grababa cintas de cassette a mis novias y compraba vinilos, pero me lo montaba mejor.
Luisito
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9
25 de diciembre de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sería justo desmerecer el trabajo de Dreyfuss ni el del director Frank Oz, que algo tendrán que ver para que la película sea tan divertida, pero resulta que quien sobresale y quien se come la pantalla cada vez que aparece es Bill Murray. No queda otra que rendirse, es un pesado, es un dinosaurio, un maravilloso escollo infranqueable que al principio sorprende y luego ya te atrapa tanto que no puedes huir porque es un huracán. Bill, o Bob, su personaje, ya da igual, son el epicentro de un terremoto de buen humor que colocan al actor en la cima de la comedia y a su personaje directamente en el lugar donde descansa lo inolvidable.

Tras las primeras escenas viendo a Bob desplegando sus fobias el espectador puede sentirse amenazado, es un tío que fácilmente puede acabar cayendo mal, algo que con toda la película por delante es peligroso. Aguantar a alguien así, como lo aguanta en un inicio Dreyfuss, el psiquiatra Leo Marvin, precisa de mucha paciencia. En seguida, en ese paraje idílico alrededor de un lago nos pondremos de parte de la familia, que lo acoge como lo acogeríamos nosotros. Cae bien, de repente se muestra como un tío desinhibido, divertido, sin maldad, apropiado incluso para recibirlo en tu casa para cenar. En esos momentos es cuando las iras de quien no lo quiere a su lado se desatan y queda demostrado que el plan de la película es un éxito rotundo.

Gracias a la maravillosa interpretación de Murray el humor se dispara, con otro tal vez la cosa no hubiera funcionado igual. "¿Qué pasa con Bob?" es un monumento al humor, una película que va más allá del domingo por la tarde, puro espectáculo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Luisito
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
22 de diciembre de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Recuerdo una idea que a menudo ronda mi mente parecida a la necesidad de escuchar una determinada canción en algún momento de tu vida. Según el estado de ánimo, según las circunstancias, existe una determinada música que reclama volver a ser escuchada y nos va bien acudir a ella porque realmente lo necesitamos. Aplicado al cine, que es lo que nos interesa, he aprendido que con el tiempo hay una exigencia interior que te empuja a acudir a un determinado cine, algo que en lo personal me pasa a menudo con Yasujiro Ozu. No es que tenga que ir como un loco a ver una determinada película, no es como escuchar una canción, no es tan fácil, pero algo grita dentro mío que tengo que volver a Ozu.

Y vuelvo y vuelvo entonces, a uno de sus 'haha mono' concretamente, esas películas de madres que en aquella época tenían éxito y que fue realizada antes de entrar Japón en la IIªGM, con toda la censura que del Imperio que ello implicaba. "Hermanos y hermanas de la familia Toda" va de una madre, sí, pero la importancia real es la del padre, cuya repentina ausencia rompe en pedazos la familia. La cámara se mueve apenas dos veces, la imagen quieta ya es la gran triunfadora en los años cuarenta en Ozu y deja un lastre de ética y moral japonesa aplicada a las deudas contraídas con la familia que es lo que más quisiera destacar.

Puede que en Tokyo, en su considerada cumbre, esa ética japonesa (su ausencia) quede más resuelta. Aquí tiene que volver uno de los hermanos de China (ni una palabra de la invasión) para poner a cada uno en su sitio, mientras todos han obrado ya mal con la viuda. Esa ética basada en las relaciones familiares es una constante en el cine de Ozu, lo cual nosotros blancos occidentales podemos interpretar de manera distinta, o no entender, pero como dije volver a Ozu es una necesidad, es más, es un imperativo, de manera que es la suma de cómo nos cuenta sus películas más lo que nos cuenta.

Detalles, pausas, quietud y un fluir de imágenes que cualquier cinéfilo no debería perderse jamás. Con la familia burguesa Toda, tomando un sake tibio en un restaurante de trabajadores, en un lupanar escondido en un callejón o donde sea; el cine de Ozu (como el de Naruse, no quería acabar sin mencionarlo), te atrae como la música...
Luisito
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow