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España España · Complutum
Críticas de Pableras
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Críticas 198
Críticas ordenadas por utilidad
5
9 de febrero de 2013
11 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 2008, Andrés Muschietti (transformado en Andy para el público global) dio a luz un corto que daba alguna pista sobre un posible nuevo talento en ciernes en el panorama del adormilado cine fantástico español. Suponía una píldora terrorífica que renovaba un poco el aire del género en menos de tres minutos, proporcionando un escalofrío ciertamente aterrador (y sincero).

Aún es pronto para deslegitimar la afirmación de que Muschietti posee cualidades pero, por lo pronto, ‘Mamá ‘(2013) no es más que una oportunidad perdida o, matizando, desaprovechada. La sensación general es la de impostura, la de película demasiado rendida al efecto de posproducción (el abuso de la música llega a dejar agotado). La historia no fluye, avanza a trompicones, como si en la versión extendida del cortometraje homónimo estuviera cogida con alfileres (la investigación del misterio que vertebra la narración adolece de un inusitado raquitismo).

La película tiene aciertos (el malvado plano que abarca un pasillo y una habitación, un final no del todo pasteloso), pero definitivamente la sutileza no es una de sus bazas. Da buena fe de ello lo poquísimo que se mantiene el misterio en torno al fantasma, un CGI con escasa fortuna. La cinta se permite incluso dos momentos de humor involuntario que delatan el escaso control del director hacia su criatura (criatura la película, no Mamá).

Puede decirse que entretiene. De acuerdo. Pero teniendo en mente el inevitable recuerdo de cintas tan notables (y recientes) como ‘Insidious’ (James Wan, 2010) o ‘Sinister’ (Scott Derrickson, 2012), el bagaje final de la cinta del argentino es pobre. Una lástima. Seguiré(mos) esperando.
Pableras
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5
7 de diciembre de 2006
11 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Así parece 'Grease': un golpe de suerte, un momento de lucidez único e irrepetible en la mente (y corazón) de un director cualquiera. Kleiser está devaluado, y este film da buena cuenta de ello. Resulta un tanto triste comprobar lo mucho que prometía con su ópera prima y darse cuenta de qué películas realiza ahora...

Este derivado de la entretenida 'Cariño, he encogido a los niños' no es una mala película. Simplemente, está falta de magia, todo resulta infantil y superficial, como hecho con desgana. Su humor es bastante escaso y pobre, y falla a la hora de ganarse (como mínimo) el atributo de "agradable" o "simpática". Este niño tamaño 'king size' no tiene carisma, no engancha ni con su carácter de entrañable criaturilla. Algo falla. No hay encanto.

Es lo que ocurre cuando te has divertido tanto dirigiendo una película como 'Grease', y no eres capaz de repetirlo, de lograr la chispa adecuada... Debería haberse quedado en mito, como Charles Laughton. Y no exagero.

Aunque quién hubiera hecho 'El lago azul'...
Pableras
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6
24 de junio de 2014
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
La secuencia que abre la película es la síntesis perfecta de lo que vamos a ser testigos durante apenas 80 minutos: un policía, traficante de marihuana, entrega su mercancía dentro de ratas muertas porque así “llama menos la atención”. La primera en la frente como quien dice, por si alguien se hubiera equivocado de sala. Quentin Dupieux podrá ser criticado por muchas cosas, y ser tan amado como detestado, pero nadie le objetará no ser directo y descaradamente honesto. Es éste su cuarto largometraje sin contar su trabajo debutante, un mediometraje ('Nonfilm' -2001-) de corte experimental que ya daba buena cuenta de la peculiar personalidad artística en ciernes. Después resurgió con la desconocida 'Steak' (2007), revelando su gamberrismo innato en vena, aunque no será hasta 'Rubber' (2010), su historia gore de un neumático con poderes (tal cual) cuando alcance mayor popularidad. 'Wrong' (2012) le confirmó como una de las miradas más atractivas y peculiares de la comedia surrealista/absurda actual, aunque su nombre siguió al margen de la cartelera de española (se pudo disfrutar, eso sí, gracias al siempre exitoso y bienvenido Festival Atlántida). A un servidor se le escapan los motivos por los cuales las anteriores cintas de Dupieux no fueron distribuidas y ésta 'Wrong cops' (2013) sí, pero es digno de celebración ver su nombre rondar nuestras salas.

Wrong cops, que surge a raíz de un cortometraje de idéntico título presentado en Cannes en 2012, nos muestra diferentes historias y situaciones (a menudo cruzadas) sobre un variopinto grupo de policías desastrados, corruptos, pervertidos y sociópatas. Un espejo del orden social y moral al que mejor no asomarse, vaya. La intención no es tanto satirizar al cuerpo de policía (el que sea) como dar pie a una comedia absurda y negrísima estructurada en forma de continuos sketches, aunque su ritmo y narración den una mínima y aparente sensación de continuidad y cohesión al relato. El espacio natural es la broma y el exceso, la sátira y la burla, y sólo se permite una pequeña carga de profundidad en forma de monólogo improvisado en la escena final.

Es un título peculiar aunque definitivamente ni la mitad de marciano que el trabajo precedente, 'Wrong'. A algunos quizá les resulta difícil reírse ante tal familia de impresentables, pero es precisamente ahí donde radica el encanto de la propuesta. No sentir empatía o identificación alguna con los personajes y aún así querer ser testigo (no mudo, precisamente) de las improbables desventuras de este grupo de policías (polis). La singularidad de la película nace a través del cruce (poco imposible) entre 'Loca academia de policía' (1984) y el humor de 'La hora chanante' o la mismísima 'Flying Cirus', pero que nadie crea que nombro a tales referentes de forma baldía. Ahí están gags como el que inicia la película o el de la discográfica para dar buena fe de ello. Quizá hablemos de ingenio y no de puro y arrebatado genio, pero el resultado es efectivo y satisfactorio.

Quentin Dupieux, aparte de director, es un conocido artista de música electrónica apodado Mr. Oizo, y aporto este dato porque tiene su sentido en una de las subtramas de la cinta, aquella en la que se autohomenajea (y parodia) con sano humor con la canción Stunt, éxito suyo de hace una década, como diana perfecta para una sucesión de burlas que demuestran (quizá) la simpatía de un director que no pretende sentar cátedra o moverse en círculos de pretenciosidad, sino simplemente divertirse. También se da un (auto)homenaje pasando imágenes de su 'Rubber' por una televisión que ven una madre y su hija (“Estamos viendo una película muy buena”, dicen). Un descaro y unas ganas de juerga que, por suerte, se transmiten al espectador aunque no siempre con la misma intensidad. Es una obra recomendable y también irregular, quizá más idónea para un formato como el mediometraje, pero ante todo divertida, original y gratamente diferente. ¡Hasta vemos a un Marilyn Manson clavando las parodias que le hacía el Joaquín Reyes de Testimonios o Celebrities!

http://www.asgeeks.es/movies/critica-de-wrong-cops-chanante-academia-de-policia/
Pableras
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9
13 de febrero de 2014
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde que debutara en 1996 con la muy poco conocida 'Ruth, una chica sorprendente' (Citizen Ruth), Alexander Payne se ha ido definiendo como una de las más sólidas figuras del cine independiente norteamericano de los últimos 20 años. 'Election' (1999) y 'A propósito de Schmidt' (About Schmidt, 2002) le consolidaron y situaron en el punto de mira de la crítica cinematográfica, aunque su popularidad de cara al público surgió a raíz de 'Entre copas' (Sideways, 2004) y 'Los descendientes' (The Descendants, 2011), ambas con un Oscar al mejor guión adaptado bajo el brazo.

Es Payne un autor más apreciado (o mejor dicho valorado) por la crítica que por el público, pero su última película, 'Nebraska', pese a ser personalísima y nada comercial, se siente más accesible que cualquiera de sus anteriores largometrajes. Esto no la hace mejor ni peor, pero los dos polos de opinión fundamentales estarán más cerca de lo habitual en lo que a su filmografía se refiere. El motivo de tal acercamiento es el aunamiento, más palpable que nunca, de su sensiblidad indie e irrenunciablemente íntima con una sensibilidad más de andar por casa, que en ningún caso ha de verse como una claudicación (el guión por primera vez no es suyo) sino como otro reto en su corta pero estimulante carrera.

El film narra la pequeña odisea de Woody Grant (Bruce Dern), un anciano que vive instalado en su limbo particular y que está obsesionado con viajar muy lejos para recoger un premio de un millón de dólares que, pese a ser claramente una estafa, él está seguro de haber ganado. Uno de sus hijos, David (Will Forte), le llevará en coche a Nebraska con la intención de apaciguar su deseo, y allí se reencontrarán con familiares, viejos amigos y conocidos, y con su propio pasado (y presente).

La película está rodada en un precioso blanco y negro, una decisión estilística nada arbitraria, pues podría decirse que contemplamos 'Nebraska' tal como observa el mundo Woody Grant, el anciano protagonista. Para él las cosas son aparentemente sencillas. O blancas o negras. Ha perdido los grises de su vida, ha perdido el color. Aunque nunca se mencione explícitamente, la sombra del alzheimer planea sobre él de manera inexorable. Es sólo una arista más de la historia, pues en ningún momento la cinta se plantea como un tratado sobre dicha enfermedad.

Adoptando el formato de road movie con aliento poético (como ya hiciera con estupendos resultados en 'A propósito de Schmidt'), Payne ofrece un relato sencillo y llano, sin trampas, profundamente tragicómico y, sin ser sentimental, muy emotivo. Parece un compendio de todo aquello que ha hecho de Payne el gran autor en que se ha convertido. Su historia de (re)descubrimiento ahonda casi sin pretenderlo en la naturaleza humana, tan mezquina, contradictoria, encantadora, hiriente y dulce como suele ser la propia vida. Su vaivén de personajes, situaciones y diálogos provoca en el espectador una sucesión de sentimientos que van inundándole sutilmente, siendo arrastrado en la melancólica pero definitivamente alegre espiral vital y emocional de sus personajes.

Su bonita banda sonora supone un perfecto acompañamiento a la historia, pero nunca es usada para subrayar ideas o emociones de manera descarada, lo cual es de agradecer. El ritmo narrativo, aunque pausado, no decae en ningún momento, y el guionista, un prometedor debutante llamado Bob Nelson, ofrece continuos alivios cómicos que sirven de contrapunto perfecto a una historia bastante dramática de por sí, dirigida con aplomo y elegancia por Payne, quien regresa a sus orígenes con esta cinta (él nació en Nebraska) para hablarnos precisamente de eso mismo, de los orígenes, y también de la memoria y el paso del tiempo.

Mucho se ha hablado de la interpretación de Bruce Dern (premiado en Cannes), y razones sobran. 'Nebraska' le resucita como actor y él responde, quizá, con la interpretación de su vida. Sosegada, sutil, inteligente. Su mirada perdida es conmovedora y de una aplastante sinceridad. Pero quizá se es un poco injusto con el resto del reparto, porque si esta película se vuelve grande es entre otras cosas gracias a la impagable presencia de una muy interesante variedad de personajes que le acompañan y/o secundan de forma maravillosa, ayudando cada uno de ellos a ir descubriéndonos al personaje de Woody. Destacan Will Forte, su abnegado hijo, y June Squibb, su cansada esposa, quien supone quizá la más jugosa sorpresa en este apartado, pues se come la pantalla con un personaje poderoso y singular. Todos ellos ofrecen contención en sus interpretaciones, muy en la línea de lo que observamos en el cine de Payne, pero como otras veces emocionan y contagian su espíritu al espectador con contundencia.

Una de las mejores películas de Alexander Payne, titán del cine indie made in USA quizá sólo superado por Wes Anderson y los Coen. Es una recomendación segura y, dado que Payne no es un autor muy pródigo (siete años pasaron entre su exitosa 'Entre copas' y 'Los descendientes'), huelga decir que merece la pena aprovechar la oportunidad de ir al cine a disfrutar con su particular visión del estado de las cosas. Las que sean.

http://www.asgeeks.es/movies/critica-de-nebraska-donde-habite-el-recuerdo/
Pableras
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5
7 de noviembre de 2008
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aquellos maravillosos años, involvidables, en los que pasaban esta histórica serie por la tele, casposa, cutrísima... disfrutable.

Ante ella, un servidor tiene una potente lucha de contrarios: por un lado, es mala hasta decir basta, pero por otro resulta inevitablemente entrañable, me inspira cariño. Es por ello por lo que no puedo hablar mal de ella. ¿Y bien? Pues tampoco, estrictamente. Me reía de ella, que no como se diría "con ella".

De todas formas, lo dicho. No hay mucho que sacar ni que decir de este simpático esperpento, mi opinión es bien simple: serie de antología, y al guiño-homenaje que le hacen en 'Los Simpson' en dos capítulos ('Homer quitanieves' y el de Milhouse como Fision boy, ambos cariñosos y desopilantes) me remito, pues resumen muy bien la esencia que destila este producto televisivo de los 60.

La pegadiza y mítica cancioncilla central, las onomatopeyas metidas entre puño y sopapo, la estulticia corporeidad del señor West, los trajes del "todo a 100"... Pues eso, adorable e imborrable.



PD: Nolan, aprende.
Pableras
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