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Críticas de Un Fotograma Para Julius
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Críticas 16
Críticas ordenadas por utilidad
8
26 de octubre de 2021
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Tom McCarthy director que en 2016 ganó el Oscar a mejor película con Spotlight hizo su debut con una obra de pocas pretensiones, poco presupuesto y actores en ese momento casi desconocidos: The Station Agent. En ella nos habla de tres personas cargadas por la soledad y la incomprensión que se cruzan e intentan relacionarse entre ellas a pesar de sus diferencias.

Peter Dinklage que se convertiría en una mega estrella por su papel en Game of Thrones años después es el centro de la fiesta, un hombre fanático de los trenes, constantemente rechazado por su enanismo, que al perder a su único amigo se muda a una estación de trenes abandonada heredada por este, ahí conoce a Joe (Bobby Cannevale) un cubano extrovertido que maneja un puesto móvil de comida rápida y café y que busca una amistad sincera y a Olivia una pintora con un doloroso pasado personal y familiar. Resulta inevitable no querer conocer más de los personajes, sin embargo, no es ese tipo de película, ya que esta pretende que con lo poco que los mismos personajes revelan de sí mismos podamos entender su valía a pesar de sus "diferencias"

Una obra hecha con muy poco presupuesto donde es imposible no quedarse atrapado por su maravillosa fotografía que parece sacada de postales, Las actuaciones son precisas especialmente la de Dinklage que se roba el show cada que aparece en pantalla a pesar de tener a un muy carismático Cannevale a su lado. Clarkson por el contrario cuenta con un personaje menos desarrollado y con una historia personal narrativamente más caótica, pero la química que tiene con los otros dos actores es tremenda. Tres personajes con los que resulta imposible no despertar empatía como espectadores.

Una película bastante recomendable con dosis de drama y comedia mezcladas en un cóctel perfecto, que como en algunas historias de Chéjov ocurre todo y no ocurre nada, pero el viaje es más que disfrutable, vale la pena subirse a ese vagón.

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7
26 de octubre de 2021
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Ken Loach es seguramente un director de poco renombre frente a la luz publica, pero con casi 60 años de carrera y una atiborrada vitrina en la que descansan más de cien premios que cualquier cineasta envidiaría, a lo largo de su carrera ha sido constante a través de sus películas su defensa por los derechos laborales, las sociedades menos favorecidas y sus constantes denuncias a favor de las mismas, temáticas que en esta su más reciente película vuelven a estar presentes.

Sorry We Missed You será la última película que el director presentará en el Festival de Cannes y en ella toca fibras y hace una pertinente denuncia a la sociedad actual. La película presenta una familia de clase media de padre, madre y dos hijos, el padre se pone como repartidor de compras digitales con el fin conseguir algo de estabilidad económica para su familia y ayudar a su esposa que no da abasto como enfermera a domicilio de ancianos y enfermos. Un trabajo en el que le prometieron independencia y le entregaron explotación laboral.

Una película cruda y realista sobre los nuevos modelos económicos, sobre una explotación laboral que destruye la vida familiar, sobre el caos de la adolescencia y la niñez ante la ausencia de los padres aun cuando está ausencia sea pensando en el bien de ellos, sobre una nueva y aceptada forma de esclavitud disfrazada de independencia laboral.

Como si de un documental se tratará, Ken Loach incluso nos cuenta está historia con actores poco conocidos que dan la sensación pertenecer a esa clase trabajadora y que entienden a la perfección a sus personajes aportando una actuación muy creíble.

Ken Loach nos pone como testigos de una historia que más que poner a su audiencia reflexionar pretende resaltar un silencioso mal de la sociedad actual, en ella nos chocamos duramente con una lamentable realidad que todos padecemos de mayor o menor medida y de la que todos somos culpables directa o indirectamente.

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7
26 de octubre de 2021
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Haifaa al-Mansour directora saudita que en 2012 escribió su nombre en la historia del cine y como piedra base de la cinematografía de su país al realizar la primera película rodada enteramente en Arabia Saudita: “Wadjda”, a pesar de ser mujer y a pesar de resaltar el patriarcado en uno de los países con mayor tradición machista en el ámbito social, luego de un pequeño tour dirigiendo películas en EE. UU., Haifaa vuelve a territorio saudí para denunciar con más fuerza ese problema de injusticia de género que hay en sus tierras.

En “La candidata perfecta” seguimos a Maryam (maravillosamente interpretada por Mila Al Zahrani, un diamante en bruto de la que esperamos descubrir mucho más de ella en el futuro), una joven doctora que decide presentarse como candidata a la administración local con la idea de pavimentar la carretera hacia el hospital (la cual está completamente destruida e inundada), pero durante la campaña Maryam descubre que como mujer su mensaje y su papel son más preponderantes que arreglar una vía.

Difícil pensar que no hubo brotes de censura detrás de la realización de esta película, con todo y eso lo que termina saliendo a la luz es bastante diciente, navega con maestría entre el drama y la comedia y deja muy claro un mensaje y un grito de frustración por comunicar aspectos aterradores de una sociedad en la que por ejemplo una mujer no puede viajar en un avión sin el permiso de un hombre o un grupo de mujeres y de hombres no pueden estar juntos en un mismo espacio.

“La candidata perfecta” es una película de fuerte mensaje, pocas pretensiones a nivel técnico, pero con un gran guion, actuaciones y personajes apropiados, ingeniosos diálogos y situaciones incluso con momentos de sutil comedia para suavizar el contenido y sobre todo necesaria en estos tiempos, al final Haifaa da un hálito de esperanza mostrando constantemente como su sociedad puede corregir sus tradiciones y el poco sentido que muchas de estas tienen.

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7
26 de octubre de 2021
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Minari se le llama en Corea a una planta de origen asiático que por sus propiedades tiene infinidad de usos en aquellos países, Lee Isaac Chung director de la película del mismo nombre la utiliza como un símbolo del arraigo cultural, de las viejas tradiciones y del sentido de identidad que ni las migraciones pueden borrar porque sus raíces son tan fuertes que siempre continúan resurgiendo.

Chung hace en Minari una especie de autobiografía, nacido en Estados Unidos, de padres coreanos, su niñez la paso en los campos en donde era de forma inconsciente testigo de varios choques culturales que sucedían a su alrededor, las costumbres occidentales vs. las orientales, la vida de campo vs. la de la ciudad. Son estas experiencias compartidas con miles de migrantes en búsqueda de ese abstracto "sueño americano" lo que termina inspirando esta película la cual más que querer contar una historia quiere adentrarse en el espíritu de la migración y las vivencias de sus protagonistas.

Chung le da un ritmo lento a su obra, lo que en ella ocurre se siembra paso a paso e intenta que sus personajes tengan el enfrentamiento más veraz y natural que puedan ante cada situación.

Steven Yeun y Yeri Han interpretan a la pareja protagonista, ambos con diferente visión del "sueño americano" y luchando para acomodarse de la mejor forma a la nueva cultura que los acoge, aunque en cuanto a actuación las palmas se las llevan Alan Kim haciendo del hijo pequeño, que a sus 7 años llena de carisma cada escena en la que está presente y por supuesto Youn Yuh-jung interpretando a la abuela, a una que desborda personalidad, una que no es nada típica, no sabe cocinar ni cuidar un hogar, pero si jugar y apostar, vive como se le antoja y le saca todo el provecho que puede a la vida.

Película intimista, se siente como su director pone parte de su alma en ella, no es memorable, pero si deja una buena sensación gracias a sus personajes que escena a escena nos vuelven un miembro más de su familia.

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8
26 de octubre de 2021
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A principios de los años 60 el cine de terror apenas ponía sus cimientos, pocas películas como “Psycho” de Hitchcock, o la francesa "Los ojos sin rostro" experimentaban con el género. Este es el caso de la británica “The Innocents” un clásico basado en la novela corta “Otra vuelta de tuerca” de Henry James.

Dirigida por Jack Clayton conocido por su gran tacto en las adaptaciones literarias y con un guion de nada menos que Truman Capote, que de forma brillante reescribió el original y eliminó todo tipo de mensaje explícitamente sobrenatural en la narrativa, creando una historia ambigua en donde significados psicológicos, obsesivos, sobrenaturales e incluso sexuales están presentes según se interprete, haciendo que en su momento fuera una de las cintas de mayor análisis y estudio.

“The Innocentes” trata sobre una institutriz quien debe velar por dos niños en una remota mansión en la que sucesos del pasado y del presente, de la realidad y de la imaginación hacen presencia contaminando el ambiente de todo. Manipulaciones psicológicas, obsesiones sexuales, tragedias no resueltas y misteriosos comportamientos y secretos están presentes constantemente. Protagonizada por Deborah Kerr que a sus 40 con una actuación soberbia demuestra porque se quedó con un papel pensado inicialmente para una mujer unos 20 años menor y que tiene una simbiosis casi perfecta con los dos actores infantiles que maravillosos en su trabajo.

Adelantada a su tiempo también en el apartado técnico, la fotografía a cargo de Freddie Francis con una iluminación mínima y profundos puntos focales llenan la mansión de misterio y claustrofobia y los constantes sonidos electrónicos hechos por Daphne Oram bañan todo el ambiente de una incomodidad que inunda la mente de la protagonista.

Un clásico de culto poco comentado, pero bastante recomendado no solo por ser una piedra pilar del género como dije anteriormente sino porque a pesar de tantos años sigue teniendo una narrativa absorbente y auténtica rara vez duplicada en el mismo cine de terror.

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