Disfrutas con cada fotograma, con cada movimiento de camara perfectamente acompasado con su excepcional banda sonora. Y por si eso fuese poco también es una tremenda reflexión sobre el amor. Cuando salí de la sala pensé que posiblemente sea la mejor película que jamás vaya a disfrutar en una sala de cine. Muy dificil de superar, pura poesía, puro cine.

Película con ideas interesantes que resulta, en cambio, estrictamente soporífera. En el devenir de la historia el espectador no encuentra su sitio, para colmo es especialmente machacona en cuando a su argumento, lo repite hasta la saciedad (no sé cuantas veces oí eso de que Dios está en las palabras). En fin a muchos de los que me acompañaban en la proyección les sirvió de somnífero.

Antonioni es el encargado de abrir esta pelicula compartida que en principio quiere hablarnos de erotismo. Antonioni nos habla de erotismo y de problemas de pareja, pero sus localizaciones idílicas, sus desnudos y sobre todo la pretenciosidad del relato hacen imposible que el espectador se involucre.

Le sigue el trabajo de Soderbergh. Este debió entender que la pelicula trataba del psicoanálisis porque si no no se entiende. Su corto, en un tono más humorístico, está totalmente carente de erotismo. Es decir, aun siendo un trabajo bien escrito y realizado no se sabe que hace dentro de esta pelicula.

El productor (o el que sea) es listo y ha dejado para el final lo mejor. La joya que borra todo el mal sabor de boca de los minutos anteriores. Wong Kar-Wai es el único que sabia de que iba la película y su pieza es de lejos la más perfecta. Tanto desde el punto de vista argumental como en la realización, el hongkonés saca los colores a los anteriores. En fin, sólo por él merece la pena ver este proyecto.

La primera parte es tan irrisoria que no te la tomas en serio. Despues la peli pretende tomarse en serio a si misma pero ya es tarde y se vuelve moralizante y estúpida. Por no hablar de lo cansino que resulta que el actor habla a cámara todo el rato. Vale que el dirigirse a cámara se use como recurso puntual (como hizo Woody Allen en Annie Hal). Pero al rato resulta insoportable.

Winterbottom es un magnífico director y que a nadie le quepa duda de que esta película está perfectamente realizada. El intento es encomiable: intentar mostrar sensualidad o lirismo sin ocultar absolutamente nada de los actos sexuales de la pareja protagonista. cosa que consigue en un buen número de escenas (salvo las de las actuaciones musicales, que si bien tiran de la historia, estas resultan a veces demasiado recalcadas). El problema es que la película no tiene un argumento lo suficientemente sólido como para que el espectador no se desespere.

Pero sólo por su realización y por las sinceras escenas sexuales acompañadas del piano de Michael Nyman, la pelcula merece el aprobado. eso sí, queda lejos de Wonderland.