Secuela de la destacable Re-sonator (Stuart Gordon, 1986), que fué una de las mejores propuestas de la Empire pictures (Re-animator, Ghoulies), precursora de Full Moon Features (Puppet Master, Demonic Toys), que es la responsable de la película que nos ocupa. El film está dirigido por el mismo que firma propuestas como Madhouse (2004), y cuenta con un reparto con nombres como Austin Woods (American Horror Stories: Sin Freno, 2022), y Amanda Jones (Headless Horseman, 2022).

Un chico decide seguir los pasos de su padre y reactiva una máquina que provoca la alteración de la glándula pineal y los sentidos sexuales. Tras un experimento fallido donde muere un estudiante, decide involucrar a sus amigos más cercanos. Lo que no imagina son las consecuencias de sus actos que son vigilados de cerca por un profesor universitario con oscuras intenciones.(FilmAffinity)

Teniendo en cuenta que estamos ante un producto de la Full Moon, con todo lo que esto implica en temas de calidad, en el que la propuesta derrocha la habitual caspa, está nueva entrega de Resonator, es bastante inferior a la primera en todos los aspectos, incluyendo incluso unos efectos digitales inferiores sobre que la película es mucho más nueva. Lo mejor de la película es un escaso metraje de apenas una hora, que hace que la historia vaya directa al grano, ofreciendo entretenimiento casposo pero disfrutable a base de fenómenos paranormales y pseudociencia del barato. Las actuaciones son bastante malas, y el guión tiene poco sentido, aunque realmente importa poco y es lo habitual en este tipo de cine.

Resonator: Miskatonic U, es una propuesta mediocre a todas luces, aunque no engaña a nadie y ofrece exactamente lo que prometen este tipo de películas, un pasatiempo ligero, gamberro y desenfadado.

Nota personal 4/10

El mismo año que El Poder de la Sangre de Drácula (Peter Sasdy, 1970), se estrena la siguiente entrega del prolífico Drácula de la Hammer. En este caso la película está dirigida por el mismo que firma films como El Asilo del Terror (1972). El reparto está formado por el archiconocido Christopher Lee (La Novia del Diablo, 1968), al que se le unen nombres como Dennis Waterman (El Hombre de Una Tierra Salvaje, 1971) o Jenny Hanley (La Viuda del Diablo, 1970).

Cuando un chico (Dennis Waternan) y su novia (Jenny Hanley) van en busca de su mujeriego hermano (Christopher Matthews), terminan en el castillo de Drácula (Christopher Lee). Naturalmente el Conde codicia a la joven y, a medida que aumentan las víctimas, y los sirvientes son torturados, el heroico novio trata desesperadamente de rescatar a su dama en apuros...(FilmAffinity)

Estamos ante la peor película del Drácula de Christopher Lee, con unos murciélagos que parecen de feria de pueblo, una historia que parece querer imitar las primeras películas y solo consigue resultar aburrida y reiterativa, y un final para Drácula de comedia involuntaria. El Drácula de Lee está, como siempre, intimidante y resultón, pero los secundarios son bastante flojos, desde un ayudante para el vampiro con una estética risible, hasta unos personajes femeninos utilizados para poco más que exhibirse. Las muertes cumplen con lo que se espera, aunque se echa de menos algo más de originalidad y cantidad.

Las Cicatrices de Drácula es una entrega que pierde con respecto a la saga hasta el momento, mostrando claros síntomas de agotamiento de la formula original, aún así, aquellos que han disfrutado hasta el momento de las aventuras del mítico vampiro, encontrarán los suficientes elementos en ella como para que su visionado merezca la pena.

Nota personal 5/10

Tercera y última entrega hasta la fecha de las aventuras en solitario de uno de los muñecos que protagonizaron Demonic Toys (Peter Manoogian, 1992), y que inició su trilogía con Baby Oopsie (William Butler, 2021), solo un año atrás. La película está dirigida por el mismo que firma toda la trilogía del muñeco protagonista, además de títulos como Madhouse (2004), y que cuenta con un reparto protagonizado por Justin Armistead (Baby Oopsie, 2021), y Libbie Higgins (Evil Bong 888: Infinity High, 2022).

Sybil intenta acabar con los malvados juguetes satánicos de Oopsie mientras intenta salvar el alma de su amigo Ray Ray. Este es el gran juguete demoníaco que has estado esperando.(FilmAffinity)

Esta tercera entrega de la trilogía del pequeño Oopsie, tiene una duración de poco más de tres cuartos de hora, que junto una trama que continúa lo contado en la segunda entrega al corte, tiene más parecido a un capítulo de serie que a una película en sí misma. El ritmo de la película cumple con lo esperado, siendo una segunda mitad de la historia empezada en Baby Oopsie: Murder Dolls (William Butler, 2022), que se centra más en un segundo y tercer acto sin introducción, dejando un gran porcentaje a la acción. Dejando de lado sus rarezas, la película ofrece lo mismo que todas las demás, muertes casposas pero graciosas con muñecos creados de forma cuestionable, y una trama increíblemente disparatada que todo el mundo identificará si es asiduo al cine de la Full Moon.

El final de la trilogía de Baby Oopsie resulta en un más de lo mismo que las dos entregas anteriores, tanto para bien como para mal, ya que ofrece lo que sabemos que ofrecerá, todos los que tengamos fichada su productora.

Nota personal 5/10

Película de terror canadiense dirigida por el responsable de títulos como The Heretics (2017), que combina varios subgéneros. La película cuenta con un reparto con nombres como Aidan Devine (WolfCop, 2014), o Ava Preston (El Reflejo del Diablo, 2021).

William es un padre de familia que por circunstancias casuales de la vida, debe tomar medidas extremas para sobrevivir a la situación que el destino le ha planteado, así sin decidirlo, se convierte en la funeraria personal de todos aquellos delincuentes que quieren deshacerse de sus víctimas. Una situación complicada para el protagonista que se verá gravemente agravada con el último encargo que se le presente en la puerta de su casa.(TerrorWeekend)

Este pequeña propuesta combina varios subgéneros de terror, junto un drama personal y momentos de acción, quedando en un pastiche de géneros, que entretiene en todo momento pese a un segundo acto que se hace algo pesado. Las interpretaciones cumplen su cometido, lo cual tiene cierto mérito si tenemos en cuenta que estamos en una película de personajes, basada mayormente en la relación entre los tres protagonistas. El ritmo es destacable en el primer y tercer acto, aunque tiene un socavón en un segundo acto que aparta fantasmas y muertes para dejar paso únicamente a un drama familiar.

I'll Take Your Dead es una pequeña película que tiene sus defectos, aunque su cruce de géneros sin ninguna pretensión hace que su escueto metraje de tan solo 83 minutos pase volando.

Nota personal 6/10

Película de escualos dirigida por el responsable de títulos como Muertos del Pasado (2002), que cuenta en su reparto con nombres como Madalina Ghenea (La Casa Gucci, 2021), o Macarena Gómez (Musarañas, 2014), entre otros nombres.

Naomi emprende un viaje en solitario por el Caribe para encontrarse con su novio. Un día en medio del mar encuentra tres narcotraficantes aferrados a los restos destrozados de un barco. Ella les ayuda, pero pronto los narcos desvelan sus intenciones cuando la obligan a sumergirse en aguas infestadas de tiburones para intentar recuperar su cargamento de 200 kilos de cocaína del pecio hundido.(FilmAffinity)

Si bien el guión pretende dar una motivación a los personajes más allá de lo habitual en el cine de escualos, lo básico de estas motivaciones provoca que la propuesta no llegue a funcionar, y termina por resultar otra película más, como muchas otras ya vistas. Las apariciones del tiburón de turno, aparte de escasas, resultan genéricas en extremo, por lo que solo aquellos con cierto gusto masoquista por este maltratado subgénero conseguirán cierto disfrute, y los antagonistas son clichés con piernas, pero cumplen con una película que es pura serie B. Una duración de tan solo 84 minutos, junto un ritmo decente que mantiene el interés en el espectador, es lo más rescatable de una película de consumo rápido y olvido mucho más fugaz.

Miedo Profundo es otra película más de escualos, como muchas que llegan todos los años a nuestras pantallas, y si bien puede ser disfrutable si se acude con pocas expectativas, no sabe salir de la mediocridad.

Nota personal 5/10