Rumores oscuros qué confunden la cabeza y perturban a los corazones secos.
Música sacra qué enturbia los sentidos para tener lugar en la balanza, en la pavada celestial de la ignorancia (adquirida) en el infierno de oscuras almas, buscando una reconciliación con el propio ser y no con una deidad caricaturizada por humanos amorfos.

Aguas turbulentas, éste drama (qué también tiene formato de Thriller) dirigido por Erik Poppe son de esas bendiciones qué nos entrega el viejo continente, un film potente desde lo conceptual, pero también desde ese concepto, no es absoluto es más bien relativo a cada uno.
Los planos qué utiliza el director, más la música, la fotografía (impecable) sumado (y sustentado) a las soberbias interpretaciones de los protagonistas (Pal Hagen, Trine Dyrhol y Valheim Sverre) hacen de éste film, algo para admirar, algo para aplaudir.
Erik Poppe no juzga, son los propios protagonistas (nosotros) los qué lo hacemos, los qué indagan en sus pecados y buscan una redención, una salvación existencial (más qué divina y celestial) todo muy viseral.
Aguas turbulentas es un film qué no debemos pasar por alto, para no dejar de verla y qué esa piel que emana el metraje nos lleve a reflexionar, lo cual, esa reflexión, es el cometido primordial del film, es el cometido primordial de nuestro ser.

Música sacra para descarnar el alma oscura del pecado y la redención con los cielos terrenales (no blasfemias, no sucursales de santidades con sotana) y el propio perdón.
El paraíso esta donde vos estés, y busca en tu alma, encontraras libertad…

¿Como llegaste hasta mí?
¿En qué forma?
¿En qué disfraz?
La vida continúa.
Las personas pasan.
Nada es igual.

Ya nunca más tendré miedo... (Luz crepuscular).
Cuando esa luz qué crece en mí
Sea la qué domine el cielo...

Y si dios queda en nada o no existe (agreguemos aquí la teoría del Big Bang) o si existe y (des) gracias a él vivimos y morimos…te amare mucho más… más.. solo en el aquí y el ahora (eso es lo qué él quiere qué sepamos y seguimos sin darnos cuenta) …y mientras tanto el sol se apaga y no parece importarnos…
No pienso explayarme mucho (casi nada) en “comentarios/critica” de éste film (cine en estado puro)
El árbol de la vida de Terrence Malick no es para paladares blancos….
Solo me detendré en las actuaciones pero no para halagarlas, qué si bien están más qué correctas, no hacen a la “historia”, al mensaje ni al desarrollo, son meros espectadores/participes, de este “alucinógeno” viaje de Terrence Malick; Daria lo mismo actores que marionetas (con sentimientos) qué el concepto (si es qué de eso se trata) fundiría (en nosotros) de igual forma.
No me explayo por el mero hecho de no crear preconcepto (si leen antes de ver…) aunque por algunas líneas (y palabras del indio Solari) se darán cuenta por donde va la cosa…
Todo el film es una aproximación (o lejanía) sobre la cuestión de la vida y la muerte, el aquí el ahora de donde venimos y a donde vamos…
El árbol de la vida es un film que impacta desde lo visual (desde lo sensorial)
Sin dudas creo estar frente al próximo film qué gane el oscar, creo estar frente a uno de los mejores film (obra maestra) qué he visto en mi vida...

Te voy a encontrar.
En la oscuridad.
Algún día, pronto, una de mis vidas va a intentar matarme y lo va a lograr
Cómo será andar solito allá en la muerte…

Por favor qué el adiós no se alargue me canse de tanto esperar (me)

La vida nueva, interesante propuesta qué viene a confirmar el buen nivel (calidad) por el qué esta atravesando el cine argentino, por lo menos, en los últimos 4 o 5 años.
El film esta producido por Matanza cine (léase Pablo Trapero) y se nota durante los (casi) 75 minutos qué dura el metraje, se nota en sus capas, en su olor, en su piel.
Santiago Palavecino dirige y escribe (esto ultimo junto a Alejandro Fadel) de forma correcta, aunque con escenas inconexas entre si y algunas fisuras argumentales; Lo fuerte del film está en el guión, y no precisamente en las palabras qué se dicen, la esencia radica en el guión qué no habla, el guión está en las miradas, está en los acordes de una mandolina, está en el rebotar de dedos sobre el marfil de un piano (el cual habla con palabras de Bach) el guión está en esos silencios, silencios qué gritan y se hacen oír (o no)
Martina Guzmán se destaca en éste triangulo actoral junto a Alan Pauls, qué aunque algo disperso, es el qué pone los puntos y comas a esta historia, y un German Palacios qué en cuentagotas aparece siempre efectivo, el resto del casting bastante flojo, fuera de foco.
La vida nueva es un film oscuro y algo turbado es “transición, momentos de calma y tensión” (Como reza Laura, el personaje de Guzmán) es un drama con tintes (pocos) de Thriller policial.
La película de Palavecino habla por lo qué no dice, dice por lo qué no escucha (o si) pero sobre todo (y en todo) se ve lo qué se mira (o se quiere ver)

Se despidieron y en el adiós ya estaba la bienvenida (con uno mismo, ese qué muto cuando fue nuevo lo olvidado o nunca recordado)
Sabes que estoy siempre a favor del adiós.

La locura nunca tuvo maestro para los qué vamos a bogar sin rumbo perpetuo en cualquier otra dirección.

El perro ladra en esta historia minima, qué vemos por la ventana, mientras el gato desaparece…
Impecable dirección de Carlos Sorin, uno queda sorprendido ante la mano (y mirada) del realizador de La película del rey.
El gato desaparece es un Thriller-psicológico, que arranca y casi hasta la mitad del metraje podría devenir en un drama, pero desde qué promedia el film el director se inclina (y con gran acierto) por el suspenso, donde los tiempos son manejados a la perfección, donde descubrimos (y Sorin nos muestra) planos pocos frecuentes por estos lares y donde la música (magistral Nicolas Sorin) golpean los intentes precisos de la película.
Las actuaciones son destacadas, Luis Luque rinde como ya nos tiene acostumbrados pero la que se destaca es Beatriz Spelzini (Beatriz también en la película) y es en quien Sorin posa sus (nuestros) ojos para contarnos esta historia; Vemos el film desde los ojos (cabeza/orbita/sentimientos) de ella
El producto final es admirable (sobre todo teniendo en cuenta que no son usuales este estilo de film en el cine argentino) con un guión logrado minuciosa e íntimamente, todo el engranaje funciona a la perfección.
El gato desaparece te mantiene sediento de más desde el principio, esperando lo qué esta por venir a cada instante, con cada fotograma, desde qué comienza hasta los créditos finales…
Uno de los mejores film que he visto en 2011, MUY RECOMENDADA.

Estas llamando a un gato con silbido, el futuro…

En una época en la qué las películas suelen ser terceras dimensiones, culturas fritas y botones dorados, llega The Artist, y es un regocijo al alma, una caricia a ese sentir que lleva, a los qué amamos el séptimo arte, a entender un poco más el porque de ese amor, Michel Hazanavicius homenajea al cine, pero también (y sobre todo) nos homenajea a nosotros, a todos, a los qué encontramos en esto una (libre) forma de expresión, de evolución, a los qué encontramos en el fílmico algo sublime y maravilloso, donde el encuentro con nosotros mismos es el arte mismo… y si, tengo que decirlo..¡GRACIAS!
Nominada a 10 premios de la academia (incluyendo mejor película, mejor director y mejor guión orinal) The Artist, no solo se convirtió en el film del año sino de los últimos años, una película de antología y no dudo, ni creo estar errado, en colocarle ese rotulo.
Hazanavicius nos conecta con el cine, en su estado más puro (y hasta casi primitivo, por sus origen de lo qué conocemos hoy) nos conecta a través del blanco y negro, de sus silencios (creo qué es el aspecto qué se lleva todos los laureles en este film) nos conecta… en silencio, tan llena (derrocha) de vida abstraída de la paleta de colores o aspectos sonoros y nos muestra un paraíso, un oasis en el desierto del séptimo arte actual.
Los puntos en los qué se sustenta esta película (color y sonido) pueden abrir el debate (o por lo menos creer un supuesto inconveniente), pero es innecesario ya a esta altura, luego del rodaje y aceptación que tuvo, qué su origen sea francesa (y no venga del norte) es solo un dato (grato por cierto), las obras no imparta de donde provengan, sino donde terminar y esta, obra maestra, termina en nuestras retina (donde perduraran por algún tiempo), termina en nosotros y en nuestra maravilla (y encanto) interior, porque todos estamos (aunque agazapados) ¡encantados!
The Artist es una película dentro de otra película qué a su vez está dentro de otra película (la tuya), The Artist es un guiño y una sonrisa, es las dos caretas de la tragedia y la comedia; The Artist es mirar varias veces para sentir una y que esa sea irremplazable; The Artist es color, amor, dolor, ira y redención; es ayer hoy y siempre, es leyenda y es porvenir, es sonrisas, lagrimas, ruidos y silencios, es nostalgia, es magia, es cine en estado puro The Artist es ese The End qué aparece para qué comience, The Artist es la eternidad misma en cada fotograma, The Artist sos vos, es piel (esa qué no nos deja huir) y tus sentimientos qué brotan por los poros hasta elevarte a lo sublime.
The Artist es una de las mejores películas del año, de los últimos años, es cine, es arte… y si, tengo que volver a decirlo..¡GRACIAS!