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España España · Almería
Críticas de Gabriel Ufa
Críticas 679
Críticas ordenadas por utilidad
6
21 de marzo de 2009
13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vuelta al cine de Manuel Gómez Pereira tras casi cuatro años desde su último estreno, la irregular "Reinas". Se desmarca de nuevo de la comedia (ya lo hizo en "Entre las piernas"). La película está basada en la primera novela de Inma Turbau. La compleja adaptación rescata lo esencial de la novela y se centra en mostrar el paso de la adolescencia a la madurez en pleno proceso de ebullición de hormonas dentro de un misterioso asunto que dejará "marcados" a ambos protagonistas.

La historia se sitúa en Gerona a lo largo de los años ochenta y principios de los noventa. David (Álvaro Cervantes) y Sandra (Clara Lago) son dos adolescentes, amigos muy unidos desde temprana edad. Un duro suceso imprevisible les sacudirá a ambos por lo que decidirán mantenerlo en secreto. Un secreto que cada vez será más difícil ocultar y que ejercerá en ambos una irregular relación de amor-odio. Esto último es lo más convincente del film.

Los actores jóvenes dan el do de pecho en una narración que funciona a impulsos y en donde se mezclan la intriga, el drama y la pasión. Álvaro Cervantes, nominado al Goya como actor revelación (el galardón fue para El Langui, de “El truco del manco”), realiza un proceso de transformación prodigioso, pudiendo resultar encantador o temerario, difuminando una estrecha línea entre amor y obsesión. Clara Lago, cuya belleza, fuera de toda duda, es ensalzada, realiza también un estupendo trabajo y la química con Álvaro es evidente.

A ratos entretenida, la peli adolece de un ritmo más vigoroso y un montaje más dinámico. Si bien se mantiene la intriga, la mezcla de géneros pintan un collage poco claro en una historia que se desarrolla a impulsos. Lo más destacado es la relación entre ambos y sus interpretaciones.

Pese a todo, se deja ver y, aunque en otro estilo, está por encima de “Reinas”. Lástima que en ciudades como Almería sólo dure unos pocos días en cartelera ya que, aunque está lejos de ser una obra maestra, seguro que hay películas peores.
Gabriel Ufa
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8
7 de agosto de 2011
12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
“La locura del Rey Jorge” es una muestra contemporánea más de que los británicos saben, como nadie, retratar su historia, especialmente cuando se trata de sus monarcas y aristócratas. Lo han hecho, lo hacen (“El discurso del Rey”) y lo seguirán haciendo. Siempre lo he dicho, me dan envidia, porque a historia no nos ganan. En fin, a ver cuando los productores españoles toman nota.

Esta película sigue esa vieja tradición. En primer lugar, es fundamental la elección de los actores. Nigel Hawthorne rememora a un fantástico Jorge III, conocido con el sobrenombre Granjero Jorge, por sus modales simples y llanos. Evidentemente es la base sobre la que se sustenta el film. Al parecer Jorge III entró en depresión por la pérdida de las colonias de Norteamérica en 1783, que formarían el núcleo de los futuros EE.UU. Se levantaba sonámbulo por las noches, hablaba en sueños, etc. Ahora se cree que su enfermedad mental era la porfiria, bastante extraña, pero muy perjudicial. En cualquier caso, está fenomenalmente recreado.

Luego está el guión. Siempre resulta interesante ver cómo vivían los reyes, sus actividades, sus recreos, etc (¿por qué no tenemos apenas películas de reyes españoles?). En este caso, el de un rey loco, más aún. Todo está narrado de manera muy asequible, directa y entretenida, además con gran sentido del humor.

El trabajo artístico, como suele ser habitual en este tipo de producciones tan cuidadas, es impecable: vestuario, decoración, peinados,… todo resulta creíble y elegante, como no podía ser menos en una película inglesa de época que se precie.

Como recompensa, la película obtuvo el Oscar por la mejor dirección artística, más otras tres nominaciones: mejor guión adaptado, actor (Nigel Hawthorne) y actriz; Helen Mirren recibió la Palma de Oro en Cannes por su interpretación de la reina Charlotte, antes del Oscar en 2006 por “The Queen”.

Cine histórico de calidad.
Gabriel Ufa
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7
13 de febrero de 2011
12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bill es un boxeador de 35 años, viejo ya para el oficio, que ha perdido más de 100 combates. Sin embargo, sigue sosteniendo que aún puede ganar un combate más y encontrar su oportunidad. Prosperar.
Por más que se empeñe en lo contrario, huele a derrota. Es más, hay toda una ceremonia de la derrota a su alrededor, pero él lucha y lucha. De ahí los 18 minutos que Wise nos ofrece en ese inacabable combate en el que ambos púgiles no paran de lanzarse todo tipo de golpes sin apenas tregua ni descanso, asalto tras asalto.

Casi sobra decir que Robert Ryan borda el papel de boxeador fracasado que no tira la toalla. Ya había practicado este deporte en la Universidad, por lo que no era nada nuevo para él. Su vigoroso físico también acompaña. Su chica, la espléndida Audrey Totter, se ve, muy a su pesar, entre la espada y la pared. La espada es su miedo a que Bill sufra severas lesiones en el ring, y la pared, su amor incuantificable e incondicional.

Lo que Robert Wise nos enseña es una visión nada glamourosa del backstge del ring, con vestuarios masificados, púgiles que se tienen que vendar entre ellos, sobornos, ambientes deprimentes,… De repente, con cuatro pinceladas, casi no hay tiempo para más, parece como si conociéramos a Billy de toda la vida: su pasión enfermiza por el boxeo (como le sucede a Mark Walhberg en “The fighter” y a tantos otros púgiles) y la angustia de quien está a su lado, la bella Audrey Totter (“La dama del lago”).


Este prodigio de apenas 76 minutos, desarrollado en tiempo real, sin apenas aristas en su trama principal, tiene su mayor virtud en su concisión, en una narración vigorosa y directa, en su magnífica descripción del ambiente boxístico de bajo nivel, y en una magnífica atmósfera, entre sórdida y noir, que envuelve todo el film.

Los seguidores de films de boxeo tiene una cita ineludible con “The set up”.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Gabriel Ufa
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7
10 de diciembre de 2010
12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Susan Lenox” es un melodrama con cierto encanto especial. Es la primera y única ocasión que las dos grandes estrellas de la Metro actuaron juntas, motivo más que suficiente para su visionado. Greta Garbo, aquí con 25 años y prácticamente en la cima, y Clark Gable, de 30, buscando afianzarse entre los grandes, algo que conseguiría sobradamente 3 años más tarde, en 1934, con el Oscar por “Sucedió una noche” y posteriormente en 1939, con la llegada de la inmortalidad (cinematográfica) gracias al personaje de Rhett Butler.

El prolífico Robert Zigler Leonard, un artesano (término la mayoría de ocasiones injusto pero que define a la perfección al director que no da problemas, conoce bien su trabajo, resulta eficaz y todo el mundo sale contento, en este caso especialmente la estrella) que se ajustaba a las demandas de los estudios, dirige con solvencia la terrible historia de Helga, que al morir su madre soltera, es cuidada por un familiar, un auténtico ogro, cuyo único objetivo, aparte de explotarla, es que “cuando te cases con un anillo de boda, habré cumplido con mi deber”.

Atención al magnífico juego de sombras, absolutamente prodigioso, del director de fotografía William Daniels, el cual trabajó en todas las películas de Greta Garbo a excepción de dos, “Maria Walewska” y “La mujer de dos caras”, antes de ser recompensado con el Oscar por “La ciudad desnuda”.

Un joven Gable sin bigote, encarna a un apuesto ingeniero, galán noble y apasionado, pero de firmes convicciones y carácter. Un papel redondo para él y una interpretación no menos redonda.
“La divina” consigue hipnotizar al público (ojo al vestuario) con su personaje fuerte de mujer hecha a sí mismo, víctima de la sociedad, pero decidida a labrarse su propio destino. La producción, hecha a su medida, le es propicia para su lucimiento (el público quería verla, la amaba). Sorprende, aparte de su gestualidad habitual, su manera de entregarse cuando besa, auténticos besos (algo tendría que ver también su partenaire, con el que se nota la química), alejados de otras actrices que besan con los labios cerrados o por debajo de los mismos. Está claro que la Garbo, cuado besa, besa de verdad.

El guión de Wanda Tuchock, basado en la novela homónima de David Graham Philips, todo un best-seller, no es que sea demasiado original, pero tampoco se trata de una historia plana, más bien se centra en la dolorosa historia de amor de Susan y Rodney, con todo tipo de recovecos, como el movimiento de nuestro principal órgano: sístole y diástole.
Ni contigo ni sin ti.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Gabriel Ufa
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8
1 de agosto de 2010
12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Basada en la novela “The cup and the sword”, de Alice Tisdale, es un fabuloso melodrama ambientado en el valle Napa de California en 1931. Una poderosa familia de terratenientes, los Rambeau, posee cientos de hectáreas de viñedos, en la época en que se declara la “Ley seca”.
Jean Simmons es Elizabeth Rambeau, llegada desde Inglaterra para vivir con sus tíos y su abuelo, el mayor propietario. Le tienen preparada una boda con un buen chico, aunque conoce a su primo John, un irresisitible Rock Hudson.

El guión de Casey Robinson tiene todos los elementos que destilan una buena película con sabor a clásico: romance, intriga, pasión, dinero, peleas y secretos con exquisito buen gusto.
Las rencillas familiares, las alianzas matrimoniales y los secretos irán saliendo a flote a medida que avanza el film.
La pareja central está sencillamente perfecta. Simplemente fijénse en la escena de la excursión a las bodegas. Rock Hudson es el anfitrión perfecto, y Jean Simmons, está deliciosa. El resto del reparto, formidable. Quizá desentona la familia italiana.
El apartado técnico, de lujo. Rodada en Cinemascope y Technicolor, la fotografía de Russell Metty refleja todo el estadillo de color, con formidables paisajes de los viñedos.

Henry King dirige con mano de maestro esta apasionante historia familiar, que podía haber sido perfectamente el antecedente de la famosa serie “Falcon Crest”, aunque con toda la elegancia y el glamour que le faltaba a aquella.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Gabriel Ufa
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