Nicholson, con tres Oscar y un montón de premios más, es de los mejores actores vivientes. Pero cada vez que se ha creído que podría dirigir ha sido un fiasco. Esta lo demuestra: trama simple, guión algo estúpido, actuaciones sin garra alguna. Todo como muy de aficionado.
Dicen que en la dirección intervino Terrence Malick, quizá por algunas rarezas como la escena final. Sea lo que se, es infumable, y su único valor es ser corta.

Vaya por delante la buena manera de filmar, el esteticismo barroco, algunos parajes del Vaticano (aunque en interiores se ve claramente que son decorados por ordenador).
En cuanto al fondo: hay quien habla aquí de "panfleto católico", pero de católico solo tiene la apariencia, porque no se ahonda nunca en la doctrina cristiana (se crea en ella o no), además con poca documentación. Por ejemplo, se atribuye a san Agustín lo de que "Dios es amor", cuando está ya en el Nuevo Testamento, en una carta de san Juan.
Que el fondo de la historia sea que el joven Papa (un Jude Law que no me convence) fue abandonado por sus padres rebaja todo lo que se quisiera decir
De los actores, excelentes Silvio Orlando y Javier Cámara.
Un mensaje explícito es cierta alusión (en el discurso a los cardenales) a que el papa anterior (¿Francisco?) lo que buscaba es la popularidad. Él, en cambio, Pío XIII, quiere rigor, como en su decisión sobre el clero homosexual. Lo más profundo que he visto en esta primera temporada es "la presencia por la ausencia", una especie de llamada a la interioridad. Pero ver a la vez al Papa fumando como un descosido, ligando a su modo con la rubia, todo eso es Sorrentino en estado puro.
Me sobran muchas escenas que se ven que están solo para engordar la trama.

Siempre es divertido ver aquí una película a la que se le califica desde el 10 hasta el 1. Estoy con la media de un 6, porque la película es muy bella, en los planos, en la fotografía. Pero cabe decir lo de la zorra al busto: Tu cabeza es hermosa, pero sin seso.
La trama es trivial, porque todo el aparente misterio de la primera parte se resuelve en el manido tema de la caza de un criminal nazi.
Y poco más. Sean Penn, bien, pero la caracterización con esos pelos fregona da un poco de asco.
Sorrentino tiene estas cosas. De pronto te hace una gran película, como te cuela cosas como esta. Pasa en las mejores familias.
En resumen: interesante, pero no es una buena película.

Es tan buena, que se hace corta. Lo fundamental es el humor inteligente, con al menos tres de los diez o doce personajes que son de una inocente estupidez. Genial Allan Mustafa en el papel de Albert. Lo que ocurre es lo de menos. Lo de más es la agilidad con que todo está contado, con momentos que arrancan una sonrisa. Todos actores excelentes, de los que tienen oficio. Lo mismo que ella, Emer Kenny.
Ambientada supuestamente en la Costa del Sol, está rodada en Canarias.
Puro e inteligente entretenimiento, con episodios muy ágiles de 25 minutos.

Ni Renate Reinsve me parece guapa, ni gran artista, ni el guión valioso (está compuesto de todos los tópicos predecibles). Es posible que si yo fuera treintañero me sentiría más implicado, pero una obra de arte, cuando lo es, trate de lo que trate, es para toda persona, de cualquier edad.
Mucha voz en off, una muy vista división en capítulos, caprichos de la protagonista, que parece adolescente y todos los problemas de gente bien en Noruega, un país con pocos habitantes y mucho dinero.
Formalmente no presenta atractivo especial, está rodada de manera muy convencional.
Hay tal saturación de películas románticas que se intenta en muchos casos darles algún giro para no contar siempre lo mismo. Aquí se intenta, pero sin mucho éxito.
Muy sobrevalorada en la puntuación media. Para mí ha sido una decepción. Larga y en algunos momentos insoportable en su discurso pseudopsicológico, Pero es lo que se lleva. No se cuenta lo que pasa sino lo que ME pasa, en esta época de tanto narcisismo.