La serie es adictiva, no cabe duda, pero peca de lo que la mayoría de series lo hacen, de ser inconclusa. Y todo esto nos llevará, seguramente -y no hace falta ser un mesías para adivinarlo-, a una nueva temporada, con nuevos capítulos y más empanadas mentales para sus seguidores. Porque la serie es otra vieja fórmula para captar a incrédulos crédulos a base de capítulos y más capítulos que no conducirán a nada. Mi aprobado simple deriva de la buena premisa en el guión, original y ciertamente desasosegante. Pero más allá de esto, se queda en otro intento de captación de adictos seriocinéfilos.

Esta pequeña reflexión me lleva a pensar que el carácter lucrativo pesa más que cualquier otra motivación cinéfila, así que zanjo mi relación con esta displasia argumentativa. Me piro. Adiós

No los conozco, no me hace falta. Pero lo que sí tengo claro es que este grupo de aficionados al género se lo han pasado genial durante los días, semanas o meses que haya durado el rodaje. ¿El resultado?, una mierda, pero al menos han sido capaces de montar algo. Evidentemente la nota no puede superar el suspenso bajo, pero hay que reconocer desde donde parten estos autores que cuentan con cuatro euros para aunar todo el conjunto y que su proyecto llegue a ver la luz.

Quién sabe, tal vez dentro de unos años veamos algo más decente de este novel director. Poco más que añadir al asunto.

Lo mejor: Poder ver la película. Supongo que era la meta inicial de este equipo..
Lo peor: su intento por otorgarle ese tono realista y dramático del que carece.

Magnífica cinta que sigue demostrando que existen miles de obras que pueden adaptarse sin necesidad de desplegar un presupuesto estratosférico. Cómo se suele decir, el talento puede suplir la falta de presupuesto.

Aniara nos cuenta la odisea de una colonia de humanos en una nave espacial que, camino de Marte, es desviada por una roca galáctica.

Basada en una obra escrita en 1956 por Harry Martinson (no tenía ni p. idea, simplemente lo he buscado en la wiki) y que presagiaba algo que, a día de hoy, está más presente que lejano.

Merece mucho la pena su visionado. Eso sí, no busquéis una cinta de acción o entretenimiento tipo "Desafío total" o "Blade Runner", no tienen nada que ver con la cinta que nos atañe.

Mala no, lo siguiente. Aaron Paul es un despropósito, pero tanto Scamarcio como Emily Ratajkowski no le van a la zaga. Y seguramente no sea culpa de ellos porque la película -un guión sin ton ni son- es un desastre. Jamás llega a funcionar como thriller o suspense, puesto que es aburrida y totalmente predecible.

Las escenas se suceden sin ningún tipo de tensión argumental y las archimanidas discusiones de pareja sobran, pero sobran durante todo el puñetero metraje. El careto de malo del italiano es un cartel anunciando "soy un pervertido cabrón", a pesar de saberlo por la sinopsis.

El final sacado de la "chistera" del director termina por confirmar los derroteros a los que nos lleva esta pantomima

Eso sí, la protagonista se pasa en la ducha un tercio de su papel -caprichos de guión-.

En definitiva, auténtica bazofia que desmerece al séptimo arte.

Sin duda, de entre los primeros siete capítulos que he visionado, el más entretenido. No es que sea la rehostia, pero al menos no se hace pesado.

Mientras que el primer acto es una pequeña introducción que indaga en la verdadera personalidad de sus dos personajes principales, el entreacto supone la explosión del guión para llegar a la parte final algo más descafeinada, aunque el conjunto no desmerece y hace que este capítulo pueda encaramarse en lo más alto de esta serie (de momento, de lo que he visto).