'El efecto mariposa' es un vaivén de frustraciones y engranajes psicológicos que consiguen que el espectador no despegue los ojos de la pantalla. Es completamente surrealista (incluso algo descuidado) el modo en que el protagonista puede hacer uso de sus extraños poderes. Sin embargo, el desarrollo que supone cada giro en el guión, se colma como una grata o ingrata sorpresa que, sea como fuere, resalta la maestría de los escritores de este magnífico thriller. Roza muy de cerca el sobresaliente.

'Cualquiera menos tú' representa la cabecera de mi vuelta a las comedias románticas, un género desterrado por la necesidad de dar un respiro al producto comercial básico en el que se estaban convirtiendo. No es que esta película se aleje de dicha calificación, pero me suscita un par de cosas que otros films del estilo no estaban consiguiendo. Como, por ejemplo, el deseo de ser la prota -con sus clichés y todo- que vive un amor idílico en un paisaje idílico también, rodeada de gente y escenarios molones que no ponen las típicas trabas al enamoramiento. Porque es una peli guay, dirigida por una mente abierta que adapta lo mejor de los viejos y los nuevos tiempos. Aparte de su banda sonora dosmilera y el argumento basado en el concepto arraigado de pareja romántica, desfilan por la pantalla, asimismo, una colección de outfits modernos veraniegos, vacaciones soñadas en Australia, una boda LGTBI friendly, familias que fluyen y dejan fluir... Creo que después de mucho tiempo, la comedia romántica ha ampliado su target y ha logrado captar a cualquier perfil de espectador.

Muchos la odiarán sin poner más excusa que una temática de la que pretenden abstenerse. Muchos cuestionarán el porqué de una muestra aleatoria masculina tan exageradamente imbécil en lugar de proporcionar un ejemplo más ajustable a la realidad (si es que lo hay). Pero, también, muchos entenderán que con este visionado feminista, incluso hembrista diría yo, se busca hacer justicia (por muy retorcidos que sean los medios) a aquellas mujeres que 'iban provocando por haber bebido demasiado'. Y bueno, porque no quiero entrar a dar mi opinión...pero, ¡qué necesario es verlo todo desde otra perspectiva! Y me enfado. Claro que me enfado cuando me muestran unos personajes que no quieren analizar el problema aun teniéndolo delante de sus narices. Me molesta la seria sordera de los oídos de aquellos que solo ven para creer. Porque las violaciones no son cosa de uno...son cosa del que calla, del que anima, del que asiente, y del que omite. ¿Sabéis de quién no son culpa? De las personas que las sufren. Y solo diré, que las venganzas se sirven bien frías. Y que Carey Mulligan brilla más que nunca en este thriller bastante poco psicopático para el percal que se muestra en pantalla.

Filme de amor adolescente que sigue las pautas de 'Bajo la misma estrella' resultando menos emocionante y más surrealista. Es enternecedora, estéticamente agradable e incluso tiene su puntillo carismático; no obstante, pese a sus intentos de encontrar un pacto lacrimógeno, el final tan lejano a lo posible se acaba cargando el- ni de lejos alcanzado- clímax de sensiblería.

La película genera un debate interesante sobre el no tan evidente pánico que puede generar la evolución tecnológica con su incidencia en la vida humana cotidiana; por ello, se convierte cuanto menos en una cinta cautivadora y sugerente. No obstante, la idea se presiente mucho más explosiva de lo que termina siendo...es una bomba que se detona tras enredarse con sus cables de impactantes efectos visuales y sus planos de misterio de segunda. No está mal, pero se espera más de ella.