Bueno, la acabo de ver y me parece muy buena; comparable a Tropa de élite, que ya es mucho decir. El influjo de Tarantino parece evidente, cosa que no es mala: ha creado escuela. También tiene algo del ritmo de Trainspotting.
Sólo tengo dos preguntas (por ahora):
1) Aparecen muchos niños y jóvenes, pero veo una gran ausencia de los mayores y viejos de Ciudad de Dios. Parece como si no existieran, como si la favela sólo fuese una especie de "ciudad de los muchachos". Sí, ya sé que en ocasiones aparecen, pero no dejan de ser meros comparsas. Algún papel digo yo que desempeñarían en todo este entramado; quiero decir de más peso.

2) ¿Cómo coño conseguirían que el coche no atropellase a la gallina? La toma es magnífica: la gallina escapando por debajo del coche. ¿Cuántas gallinas hicieron falta?

Me ha parecido un buen western. Tampoco es que sea muy aficionado a ellos, a excepción de los que han recibido mejores críticas, que uno los ve como por obligación. Y no sé por qué lo mejor de éste en concreto es lo que más me recuerda a Sergio Leone, quizá el más grande, pues Hasta que llegó su hora es un auténtico monumento en todos y cada uno de sus aspectos.
Quizá con respecto al más puro western americano, esta película incorpore novedades (incluso simbólicas) que la crítica se ha ocupado posteriormente a elevar a los altares, pero, en cualquier caso, creo que es una película sobrevalorada y una nota de notable bajo le convenga más que esos dieces que proliferan en estos comentarios. Por supuesto, aconsejo verla para que cada uno extraiga sus conclusiones, pero que nadie espere nada del otro mundo.

La película me ha parecido atractiva, por sus imágenes, por sus tomas, por lo que sugiere. Desde luego, si alguien espera acción en el cine aquí no encontrará tal cosa, pero sí es posible que pueda encontrar algo dentro de sí mismo o quizá algo que está ahí y que aún no vemos hasta que uno no se para en este tiempo de prisas y se pone a hacer un ejercicio de introspección o a preguntarse quién ha sido, qué ha sido, qué es la vida, la vida de cada uno de nosotros. El espejo siempre es un buen lugar para interrogarse, ese yo devuelto hacia nosotros, ese yo que nos mira, esos ojos que nos incita a la reflexión sobre la vida y sobre el tiempo, también el tiempo de nuestra biografía.
Merece, por tanto, mis mejores críticas porque la película ha logrado, como lo hace el espejo a sumirme en esa reflexión tan necesaria que nos hace ser hombres. Pero, dicho esto, me pregunto: ¿eran necesarios esos personajes españoles admiradores de Palomo Linares? Lo dudo. ¿Por qué españa suele evocarse por los extranjeros siempre en relación a los toros. ¿Por qué me has hecho esto, Tarkovsky?