Esta cinta es especial en la filmografía de Kusturica porque a través de ella podemos echar un vistazo general a su estilo cinematográfico. ¿Pero cuál es ese estilo?
El film retrata un mundo sucio, pobre, violento, pero a su vez también describe un mundo festivo, ruidoso, danzante y alegre (con y a pesar de la miseria). Así pues, conviven en un mismo espacio lo sórdido y la verbena, con la banda siempre como acompañante.
El mundo que Kusturica construye disloca la realidad, se pasea siempre al borde de lo absurdo y lo inverosímil pero lo hace con tal gracia que se vuelve hilarante y apreciable.
En medio de una construcción agridulce, con sus inocentes y sus rapaces siempre seguidos por la orquesta, aparece como flores de desierto el amor y la felicidad.
Una obra que puede llegar a enamorar sin herir, que construye problemas pero se ocupa de resolverlos. En fin, un ejercicio para disfrutar si se busca una película que desdoble al observante en diferentes planos que pasan por la miseria, la locura, el amor y la fiesta.

Life of Pi no es para mi una película completa, me parece que afloja puntos medulares de un buen drama (creo que en ciertos puntos peca de inocencia) sin embargo, tuvo algo que me obligo a escribir estas lineas.
Rompe con el clásico naufragio en donde el protagonista sufre un desmayo en medio de la catástrofe y posteriormente despierta en cualquier playa paradisíaca. Esta cinta se atreve a inmiscuirse en la miseria y el drama que representa estar varado en medio de la nada, de esa grandiosa y abrumadora nada.
Paralelamente es impresionante observar como es mostrada (de una magnifica manera) la grandeza absoluta del mar, me hizo temblar la pequeñez de un carguero o una ballena frente a la abismal magnitud del mar.
Una cinta recomendable para quien gusta de las historias de náufragos, aunque finalmente un drama un poco flojo.

Desde hace mucho tiempo me habían recomendado esta película pero jamas presté atención a la recomendación, años después los comentarios acerca de la misma se comenzaron a multiplicar pero yo seguía sin hacer caso. Un buen día me decidí, puse la película, 15 minutos después ya me había atrapado y media hora mas tarde me quebré.
Lloraba, así fue, no pude hacer nada para evitarlo y ahora entiendo que era inevitable.
Von Trier perfecciona su estilo en esta película, en anteriores cintas como "Breaking the waves" el director ya se ocupaba en poner a mujeres nobles en situaciones extremas que las orillan a hacer cosas terribles, esta película representa su técnica depurada.
La actuación de Björk en el papel de Selma es poco mas que prodigiosa, en ella reside gran parte del éxito de la cinta.
La parte musical de la película es fundamental en la trama y no un recurso complementario de la cinta.
En lo personal no me gustan los musicales y me gusta pensar que Dancer in the dark no es un musical, es un grito desgarrador con capacidad de cimbrar la tierra bajo nuestros pies.

En mis clases de Historia de América Latina, siempre nos decían que las fronteras eran algo especial. En cierta medida eran tierra de nadie.
No funcionan con las reglas de ningún país sino que el sincretismo cultural, social, étnico e ideológico pone sobre la mesa muy peculiares relaciones sociales. Por ello, estas comunidades fronterizas crean sus propias reglas de convivencia, dando como resultado un modo de vida "sui generis."
Theo Angelopoulos nos pone en una difícil situación, en cierto modo nos deja pelear en esta tierra de nadie, donde va la gente a esperar (ir a un lugar donde ya no se trate de malvivir) o a perderse en el anonimato irremediable que ofrece aquella tierra de paso (así, a lo Mastroianni).
La película alcanza varios niveles, creo que el espectador puede verla como una anécdota que Angelopoulos le cuenta o como un lugar donde el espectador va tejiendo partes de la historia dándole diferentes sentidos a las actitudes de los actores.
Una película con una fotografía muy bien hecha, imperdible para los que gustan de las películas reflexivas.

En esta crítica quiero contar la historia de la película, pero no la historia explicita sino la otra, la que me gusta mas, la historia implícita.
La película nos habla de dos niños queriendo ser cisnes cuando a este mundo vinieron a ser ratas. La Victoria no es mas que la "Patria Dolorosa" la patria que la dictadura hizo callar como solo una dictadura sabe hacerlo: con balas y porrazos.
Y allí es donde se cruza con la Revolución, siempre joven (tal vez ingenua, tal vez prematura) dispuesta devolverle la sonrisa y la voz perdida.
Pero como ya lo anticipé antes, quisieron ser cisnes en un mundo donde les tocaba ser ratas, porque esto no es una historia épica, es la tragedia de nuestra tierra.
Es una historia maldita, donde se llora y se muere, pero al fin y al cabo una historia de amor, un amor que duele. Esa es la Historia de nuestra América Latina.