Arriesgada, fría, llamativa, polémica y convulsa producción revolucionaria, en la que un profesor universitario de origen hispano con ideología liberal, pasa a ser el mediador del conflicto que vive un campus, en el que un grupo de alumnos ha tomado el centro, con la intención de llevar a cabo una serie de reformas educativas.

Stanley Kramer, apuesta por una incursión en un relato básico y polémico, con el que poner en marcha todos sus conocimientos en ambientación para la manipulación social.

La presencia y participación en el proyecto de: Anthony Quinn y Ann-Margret, le da cierta fuerza y repercusión a una producción con evidentes síntomas de telefilm protestante.

La selección del reparto está a la altura del relato y cada uno de los diferentes personajes, presenta claros aspectos definitorios, que hacen comprender e intuir el desarrollo de algunas situaciones.

Los responsables de la película, caen en la reiteración de ideas, haciendo que las revoluciones por minuto, se vean mermadas irremediablemente.

R.P.M. Revoluciones Por Minuto, queda como una polémica producción de denuncia estudiantil, mermada por sus pretensiones.

Directa, arriesgada, intrigante, ingeniosa, trepidante, desenfadada y tramposa comedia de enredo en formato espionaje, en la que un escritor de éxito internacional, se ve involucrado en un sin fin de aventuras personales para dar cierre a su próximo proyecto.

Philippe de Broca, apuesta por una incursión en un relato de espionaje imaginativo e ingenioso, repleto de humor y acción para toda la familia.

La selección del reparto está a la altura del relato y cada uno de los diferentes personajes, presenta claros aspectos definitorios, que hacen comprender e intuir el desarrollo de algunas situaciones.

La presencia y carisma de los intérpretes protagonistas, Jean-Paul Belmondo y Jacqueline Bisset, hace que la historia cobre fuerza y sentido en muchos aspectos.

Cómo destruir al más famoso agente secreto del mundo, ofrece una inteligente y frenética parodia de acción en la que el sentido del humor, se convierte en pieza clave.

Arriesgada y prometedora producción de suspense y terror de serie b, en la que una mujer que sufre agorafobia, recibe la inesperada visita de unos criminales con malas intenciones.

Adam Schindler, apuesta por una incursión en un relato básico y endeble, con el que poner en marcha todos sus conocimientos en maquetas y ambientación, en una ópera prima que peca de forzada, increíble y retorcida.

Durante su visionado resulta inevitable pensar y recordar diversos títulos del género, lo que deja en evidencia la falta de originalidad que hay en "Intruders".

Es una de esas producciones de suspense y terror absurdas, que enganchan de una forma rápida y que hacen que no puedas parar de querer verla hasta llegar a su desenlace.

Si "El terror llama a su puerta" y queda "Sola en la oscuridad" de "La habitación del pánico", evita la "Psicosis" y "No respires", que pronto se convertirá en "La muchacha del sendero" que bebió mucho de "El Manantial de la doncella" en "La matanza de Texas".

Intruders, queda como una retorcida y rebuscada ópera prima, que peca de imitar producciones recientes del cine de suspense y terror, como: Psicosis, Sola en la oscuridad, Saw, La muchacha del sendero, No respires y La habitación del pánico, entre otras.

Breve, directo, pausado, oscuro, intrigante, morboso, inquietante y angustioso cortometraje de ciencia ficción, en el que Mary y su madre, dirigen un negocio de fotografía post mortem en la Australia de 1840, haciendo que los fallecidos parezcan vivos.

Cuenta con un tratamiento serio y estilizado de la imagen, con el que el guionista y director, Joshua Long, logra desarrollar una trama magnética e inquietante.

Suspense, intriga y terror, van de la mano hacía un desenlace perturbador.

Post Mortem Mary (C) , queda como un breve e intrigante cortometraje de ciencia ficción, que se sube al carro del terror estilizado con morbo.

Básico, prometedor, intrigante, parsimonioso, confuso, reiterativo t y rocoso spaghetti western en el que un individuo es tiroteado y herido en la cabeza. Como consecuencia de ello pierde la memoria, por lo que a partir de ese momento, y ayudado por un simpático bandido, intentará descubrir quién es y por qué le quisieron matar.

Peter Collinson, apuesta por una incursión en un relato de intereses e intrigas personales demasiado austero y mediocre.

Los responsables de la adaptación literaria de Louis L'Amour, reúnen a un variopinto grupo de personajes en un lugar de mala muerte, echan la llave y dejan que se destapen las esencias de la codicia, la traición y la supervivencia.

La selección del reparto está a la altura del relato y cada uno de los diferentes personajes, presenta claros aspectos definitorios, que hacen comprender e intuir el desarrollo de algunas situaciones.

La presencia de: Richard Crenna, hace que la producción gane enteros en algunas secuencias de acción armada, a pesar de la simplicidad del argumento.

Un hombre llamado Noon, queda como un limitado, reiterativo y rocoso spaghetti western de intrigas personales.