La mezcla abrupta de tempos hace que la película gane en peso de lo íntimo. Vemos que los personajes se cimientan en unas conversaciones abiertas y educadoras entre los dos protagonistas, donde le imprimen ese sello de ternura, calidez protección y sensatez. A partir de ahí la trama se vuelca en la acción de la supervivencia, tanto moral como física de sus protagonistas. No por ello se intenta girar hacia el dramatismo de la situación contada, si no que vemos, como espectadores, el relevo natural, donde el protector pasa a ser protegido, y el protegido protector. La frialdad de las imágenes crea una atmósfera llena de agrestes momentos, pero solo transmite lo que la situación conlleva. En todo momento vemos como la parte visual allana al espectador todo lo que el guion insinúa en cada secuencia. Fotografía y atmósfera son unos agentes más de esa información que potencia los sentimientos. Diálogos bellos, intensos y con múltiples planos interpretativos que enganchan a todo tipo de público.

Con un embalaje bello, directo, cercano y empatizador, Kuosmanen nos acerca a los problemas interiores del que estaba a ser llamado estrella mundial, ese lado sentimental y lo que de verdad puede pasar en su interior. Las circunstancias de una vida del que fue llamado a ser más humano que el último mortal. La cámara al hombro, el plano en movimiento hace que le sigamos, que andemos con él, que caminemos el camino que lo lleva a ese día "más feliz". Los personajes quedan algo cojos en su desarrollo, como espectador queremos sentir con ellos, pero a veces esa falta de palabras no se llena con actuaciones, esa ausencia de trama no se completa con acciones.

La recreación del imaginario irreal, de la ficción recreada, es un trabajo de reinterpretación social de los valores y necesidades personales. Una instantánea de loas requerimientos sociales que amplía el concepto de soledad y urgimiento. Con ironía y sobreexplotación de lo planteado se le escapa la redundancia en el tempo fílmico alargando innecesariamente la trama, sin necesidades dramáticas específicas estéticas, holísticas u ontológicas. El pragmatismo se le deshizo entre plano y plano y el producto final lo paga. Los personajes, escenarios y conceptos se desvelan altisonantes y las ideas se abren paso esgrimiendo los miedos y necesidades humanas. Tanto se acercó que se quemó, y el eterno retorno llegó en busca de las necesidades primarias, cerrando el círculo y retrocediendo al punto de partida... Idea brillante sin un acabado a la altura, aunque las interpretaciones aumentan el carisma y perpetúan el concepto.

Sin miramientos, directa y estremecedora. De temática escalofriante, tratado con realismo, sin caer en sensiblerías, pero con tacto. La violencia está presente, en paralelo al desgarro emocional del protagonista. Escenas impactantes que encumbran a los actores. Fassbender sublime y aterrador, su mirada nos transmite la locura, que junto a su pareja interpretativa, Paulson, combinan a la perfección. Pequeñas interpretaciones llenas de calidad, Cumberbatch, Lupita o Paul Dano son como perlas ensangrentadas en un osco mar de turbulencias emocionales. Sus ideales y sus contradicciones llenan el guión, un guión que dosifica, que con sus flashbacks centra al espectador, lo asienta y lo impacta.
La sensibilidad visual que McQueen muestra en cada plano engrandece la película. Cada transición es una bella estampa natural. La utilización de los primeros y hasta primerísimos planos combinados con picados nos acercan más a los protagonistas. Aguantando con estoicidad el acercamiento visual, nos acerca al interior del personaje.

Osca y única en su visión. Sólo vemos su perspectiva, lo que la hace creíble, sólo entendemos lo que siente, sólo vivimos su mirada, sólo la vemos en el centro, de la historia, de la angustia, del desesperar. El guión tiene la valentía de no explicar de donde viene, sutilmente siempre deja caer o deja volar nuestra imaginación, porque al final no importa de donde viene sino de como estamos, somos y actuamos. Debut excelente de Marián Álvarez en la gran pantalla... pocos rostros aguantarían esa insidiosa verdad delante de sus ojos, con la mirada, con el gesto. El plano secuencia y los planos cortos, al hombro en su mayoría nos allega a lo importante, responder quién es y donde está el problema... una fotografía excelente en cada plano, hacen diluir las pequeñas gotas de árida temática.