Volvía cansado y agotado, de vuelta a Palma tras mis breves vacaciones de fin de año en Formentera. En el trayecto de vuelta de Ibiza a Palma ponían, como suele ser habitual una película de dudosa calidad. De vuelta llovía, no quedaba otro remedio que quedarse dentro y ver el film. Al fin y al cabo, peor que la película de la ida (Pequeño pero matón) no podía ser.

Comienza la película y con ella los títulos de crédito:
¡Rebote!
¿Eso qué es lo que es?
¡Con Martin Lawrence!
¡Noooooooooooooooooooo! ¡Lo odio, el peor actor de la historia! ¡Nooooooo!
Pienso en tirarme por la borda, pero hace frío. Me quedo y la veo como un valiente. ¿Se acuerdan de “The Mighty Ducks”, en español “Somos los mejores”? Pues esto es lo mismo pero con Martin Lawrence en lugar de Emilio Estévez y con baloncesto en lugar de hockey. Y además esta es mucho peor. Evidentemente esta es una película infantil muy, muy mala. Ni los niños la aguantaron, la mitad se pusieron a llorar.

Esta fue mi segunda película destroza vacaciones. El próximo viaje lo hago en avión.

Puede que sea la peor de las tres películas de la saga. Cuando salí de la sala mis sensaciones eran de todo tipo. Por una parte me entretuvo y por otra se me hizo eterna. No sé porqué, pero cuando he comentado a mis amigos algo de esta peli, sólo he dicho aspectos negativos, y por esto cambio mi crítica, que por cierto, en un día había sido fusilada sin descanso. Nunca he cambiado una crítica, pero esta eterna película que nunca se acaba se lo merece.

"Piratas del Caribe: en el fin del mundo" también tiene sus virtudes:
- El capitán Jack Sparrow (Johnny Depp) está grandioso como en toda la saga.
- El capitán Barbossa (Geoffrey Rush), vuelve a la carga y se disfruta con su preencia.
- Los efectos especiales son muy buenos.
- Situaciones cómicas, la mayoría de Sparrow y dos los dos piratas tontainas, el tuerto y su amigo.

Pero PC3 tiene más defectos que virtudes:
- La película es interminable, hacía mucho tiempo que no miraba la hora en el cine.
- Will Turner (Orlando Bloom) es tan soso como siempre.
- A Elizabeth Swann (Keira Knightley) se le da un protagonismo que no merece, es tan mala como Orlando Bloom. ¿A qué cuentos viene ese discursito a lo Braveheart en el barco? Es penoso.
- Se dejan muchas cosas sin resolver. ¿Alguien esperaba algo más de la diosa Calipso? ¿Qué fue de su furia?¿Un maltido remolino de mierda?
-¿Cómo alguien tan poderoso como Davy Jones no puede recuperar su corazón custodiado por dos pringaos?
- El personaje del pirata chino Sao Feng está muy desaprovechado y Chow Yun-Fat está lamentable.

Si no te gustó la segunda, esta tampoco te gustará.

Weerasethakul es un fraude. No sé quién fue el primer crítico que alabó un film suyo, pero se cubrió de gloria. "Blissfully Yours" es otro film más en el que este inadaptado director tailandés muestra al mundo su visión de lo que es "cine moderno", y de paso aburre al personal.

Lo único interesante del film son los títulos de crédito, que no los colocó al principio de la película sino hacia la mitad del metraje. Parece haber un motivo lógico para incorporarlos en ese momento, y no es otro que el de diferenciar las dos partes de la película. La primera parte sirve como presentación de los personajes. Son 45 minutos de consultas médicas, potajes y conversaciones banales. La segunda parte del film nos muestra como estos personajes mantienen relaciones íntimas en la selva. Son 75 insufribles minutos con muda de piel, conversaciones banales, polvo y masturbación.

En definitiva, Weerasethakul conseguirá que la nota media de las películas tailandesas que he visto sea la más baja de todos los países. Este tío es un plomo, pero no descansaré hasta dar con una buena película suya. Él será un aburrido pero yo soy insistente.

Si el nombre les suena raro, la película ni se molesten en verla. "Síndromes y un siglo" es, ...no es nada. La sinopsis dice que el film cuenta los recuerdos del director Apichatpong Weerasethakul sobre la historia de amor de sus padres médicos.

Me gustaría saber que se había fumado Peter Bradshaw del diario "The Guardian" para calificar esta película como "profundamente misteriosa, erótica, divertida, gentil y juguetona". Seguramente se confundiría de sala de cine, ya que "Síndromes y un siglo" es profundamente vacía, insulsa, aburrida, apática y cualquier cosa menos juguetona. Si consideras juguetón hacer un largo y lento zoom hacia un extractor de humo, ver a tailandeses hacer gimnasia en un parque o escuchar una larga conversación de los protagonistas durante tres minutos fuera de plano mientras te muestran un paisaje cualquiera, quizás el film de Weerasethakul te divierta.

Si esto es cine moderno me quedo con el de toda la vida. Prefiero mil veces cualquier película del otro director tailandés consagrado, Pen-Ek Ratanaruang, que esta inmensa estupidez de Apichatpong Weerasethakul. La película es tan absurda como impronunciable el nombre de su director.

Será una crítica a la aristocracia inglesa.
Será ingeniosa, ácida, satírica...
Tendrá diálogos punzantes e inteligentes.
Será un sutil y soberbio humor inglés.
Lo de Alec Guinness será sorprendente.
Será una original comedia negra.

Pero apenas me he reído.