La chica del tatuaje del dragón, la hacker Lisbeth Salander, junto al periodista Mikael Blomkvist regresa para vivir una nueva aventura siete años después de haber vivido una en el remake norteamericano, a cargo de David Fincher, director de Seven y La Red Social, entre otros títulos. Los protagonistas de aquella maravilla fueron Rooney Mara como Lisbeth y Daniel Craig como Mikael. Con el paso de los años los dos rostros han cambiado y ahora el personaje de la famosa hacker lo interpreta la actriz Claire Foy (vista en la serie The Crown y actualmente en el film First Man junto a Ryan Gosling) y el del periodista un desconocido, para mí, el actor Sverrir Gudnason. Fincher sale de la silla del director para dejar el testigo a un decente realizador llamado Fede Álvarez, que nos entregó dos excelentes cintas como son, el remake de la terrorífica Posesión infernal (Evil Dead, 2013) y el thriller No respires (Don't Breathe, 2016), ambas con la actriz Jane Levy como protagonista.
La película, que ahora nos ocupa, no está al nivel de sus anteriores trabajos ni consigue llegar a la fabulosa y sobresaliente obra de David Fincher, pero se nota que ha hecho todo lo que ha podido para sacar adelante y con buen pie este proyecto. La Millenium original, la versión sueca, protagonizada por Michael Nyqvist y Noomi Rapace, se estrenó en 2009, mucho antes de la salida del famoso movimiento #MeToo. Esta secuela del remake norteamericano toca unos temas bastante espinosos, pero que, y no tengo ninguna duda, harían las delicias de este movimiento. Foy como Salander no intenta equipararse al trabajo que hizo Mara ni Rapace, consigue hacerse suyo y muy creíble al personaje. En cuanto al periodista prefiero al original o al interpretado por Craig, el de esta película parece que lo hayan rejuvenecido, no tiene mucho gancho, como menos protagonismo. De todas maneras, no veo que haya mucha química entre los dos. En lo referente al personaje antagonista y a sus secuaces, completan una trama interesante de ver, pero bueno, que tampoco se toca nada nuevo. Hay veces que parece que estemos ante una nueva entrega de James Bond o de Misión Imposible, con muchos gadgets electrónicos, hackers y espionaje. El formato del film es para verla por primera vez en una sala de cine, para verla en todo su esplendor, con momentos y situaciones algo detallistas. Roque Baños repite como compositor en esta nueva y buena (muy cerca de ser notable) película de Fede Álvarez, tras las mencionadas Posesión infernal y No Respires, casando con la tensión y el suspense existentes durante sus casi dos horas de metraje. Mi nota final es de 7/10.

Tal vez, los que tengáis treinta años o más recordaréis que en los ochenta e inicios de los noventa eran muy frecuentes las películas con tres palabras, que rezaban antes del título oficial, "Steven Spielberg presenta" para dar más empaque y funcionalidad al producto en cuestión. Pues bien, aquí pasa un caso parecido. Aunque, se cambia a Spielberg por J.J. Abrams, que también, se quiera o no, da fuerza a la película y da un nombre a tener en cuenta y mucho reconocimiento en la taquilla del mundo entero. Abrams no es un mindundi cualquiera, y eso lo sabemos todos o casi todos los que estamos metidos en el mundo cinéfilo. Gracias a él, ha surgido una nueva vida para dos grandes sagas como son Star Wars y Star Trek. Bien, como digo, aquí, la productora de Abrams, la gran Bad Robot ha ayudado a sacar adelante este film, ambientado en la segunda guerra mundial, y en el que se mezclan hechos reales con situaciones sobrenaturales.
Detrás de la cámara, en la dirección de esta película, está al mando un tal Julius Avery (no recuerdo haber visto nada de él) y el libreto está escrito a cuatro manos por Billy Ray (Capitán Phillips protagonizada por Tom Hanks) y Mark L. Smith (El renacido), que a la vez basado en una historia creada por el primero. En lo referente al reparto, la mayoría son actores salidos de la televisión y lo encabeza el joven Jovan Adepo (visto en la serie The Leftovers), al que le acompañan Wyatt Russell (aparece junto a Anna Kendrick en el film Mesa 19, y actualmente se le puede ver en la serie Lodge 49), John Magaro (un secundario vislumbrado en algún episodio del drama carcelario de mujeres titulado Orange Is the New Black), Iain De Caestecker (el inolvidable e inocente agente Leopold Fitz de la infravalorada serie Agentes de SHIELD) y la guapa Mathilde Ollivier (que por momentos me recordaba al excelente papel que hizo Mélanie Laurent en Malditos Bastardos (2009) y que la trama ocurría en la misma época, la segunda guerra mundial), entre otros.
Os recomiendo ver esta película en una sala de cine, tiene un sonido brutal, que te empieza a retumbar en los oídos desde el principio y no te suelta hasta el final. Tengo que reconocer, su inicio es impactante y tal, pero no te llega a enganchar desde el principio, sino mucho más tarde. Y uno se da cuenta de ello. Mucha sangre, mucho gore, pero todo muy bien elaborado, junto con unos notables efectos visuales. Entre las compañías encargadas de llevarlos a cabo está la Industrial Light & Magic, la ILM. Este thriller sobrenatural me ha parecido toda una sorpresa en la taquilla otoñal. El reclamo de esta película, para que pueda funcionar en la taquilla, solamente tiene un nombre y es, como he mencionado más arriba, J.J. Abrams. La trama te mantiene en tensión durante casi todo el metraje, mucho más en su tramo final y también os podéis encontrar, os podéis topar, con algún jumpscare inesperado por el camino. Al menos, así ha sido en mi caso. Mi nota final es de 8/10.

Lo que tiende a funcionar muy bien en el teatro, a veces, no repite la misma experiencia en la adaptación para la gran pantalla, para el cine. Y creo yo, es mi opinión, que es lo que le ha pasado a este film que ahora nos ocupa. Será por el look del póster, yo que sé, pero mientras la veía no me ha impedido recordar otras adaptaciones en imagen real que ha hecho la casa del ratón Mickey. Casos como los de La Bella y la Bestia, Cenicienta, Alicia en el país de las maravillas, etc... Además, también me ha venido a la mente la primera entrega de Las Crónicas de Narnia, que las dos van por caminos distintos, no tienen nada que ver, pero la manera de plasmar en imágenes el guión de Ashleigh Powell, me la ha recordado.
Dos directores, Lasse Hallström y Joe Johnston, han sido necesarios para llevar a la gran pantalla el cuento escrito por E.T.A. Hoffmann titulado El cascanueces y el rey de los ratones. El resultado final no es que sea fascinante, tampoco lo esperaba, pero se deja ver con cierto agrado. El reparto hace mucho, sobretodo el tener caras muy conocidas como las de Keira Knightley, Helen Mirren y Morgan Freeman, junto a la joven actriz Mackenzie Foy que es la protagonista indiscutible de la función, e intenta hacerlo lo mejor posible. El metraje no llega a los cien minutos, pero tampoco es que se pase volando, ya que hay momentos, podría mencionar su tramo inicial, que se hacen muy cansinos. Y todo esto lo comento a nivel personal, claro está, y es que casi conseguían sacarme de la película. Puedo agradecer que no haya canciones que entorpezcan los diálogos, pero me ha alegrado poder escuchar la partitura de James Newton Howard junto al añadido de las inmortales e inolvidables notas de Tschaikovsky.
La ambientación, se ha realizado un gran trabajo en cuanto a decorados se refiere, parece que el film se haya llegado a rodar en unos grandes exteriores. Los efectos visuales en algunas escenas cantan un poco, pero a modo general están bien logrados. No sé cuál será el presupuesto, pero se ha hecho un gran trabajo. Antes hablaba de Las Crónicas de Narnia. Bien. Si tuviera que quedarme con Narnia o El Cascanueces, sin duda iría de cabeza por la de Narnia. El Cascanueces puede que tenga unos cimientos potentes, pero el resultado general se podría calificar de interesante. Poco más que añadir, y siendo sincero, me hubiera gustado poderle dar una nota más alta, pero es lo que siento ahora mismo. Tal vez, cuando la vaya recordando más con los días, no sé, cambie de parecer. Por ahora, mi nota final es de 6/10. Es una nota baja para lo que acostumbro a poner, es verdad, pero no es que sea mala. Así que, quién quiera darle una oportunidad en una sala de cine es bienvenido.

"Infiltrado en el KKKlan" es la nueva película como director de Spike Lee, reconocido realizador de films tales como Plan Oculto (2006), el remake norteamericano de Old Boy (2013) entre otras. El productor es el actor y director Jordan Peele. La historia que trata el film se basa en un libro que escribió uno de los protagonistas llamado Ron Stallworth, y que en la gran pantalla interpreta de muy buenas maneras el actor John David Washington. La verdad es que no me esperaba una obra maestra, no soy fan de Lee, pero me ha entretenido y me ha resultado bastante notable a modo general. Es la segunda película que veo de este director en una sala de cine, tras la mencionada Plan oculto, y la experiencia ha sido mucho más positiva. A Washington le acompañan rostros como los de Adam Driver (actor que se ha metido en la piel del villano Kylo Ren en la nueva trilogía de Star Wars), Topher Grace (al que vuelvo a ver en la piel de uno de los antagonistas de la trama como lo hizo en la cinta American Ultra, estrenada en 2015, protagonizada por Jesse Eisenberg y Kristen Stewart), Laura Harrier (la pudimos ver en Spider-Man: Homecoming y en la serie Farhrenheit 451), entre otros... Los hechos que acontecen en este film, tal y como rezan las letras de inicio, están basados en hechos reales, pero sin duda el guión, que el propio Spike Lee coescribe, no se olvida de adornarlo con muchos toques de humor. El tema a tratar lo veo demasiado serio, pero la ultilización de estos toques de humor a lo largo del metraje funciona muy bien. Es raro que este tipo de películas lleguen a España, me refiero a los cines, y no directamente en formato doméstico, pero supongo que los actores y el propio director han sido suficiente reclamo para estrenarse en pantalla grande. Mezclando muy bien el drama, el humor, la tensión y la buena utilización de algunas canciones de la época, el señor Lee ha conseguido sacar adelante este notable film, y que, además, le va como anillo al dedo. Mi nota final es de 8/10.

Me quito el sombrero ante Bryan Singer, el director de maravillas como Sospechosos habituales (1995), X-Men (2000) entre otras, ante todo el reparto y, ya de paso ante todos los que han trabajado para sacar adelante este proyecto, convertido en una obra sobresaliente del séptimo arte. Sin exagerar. No es broma, tanto si se es fan del grupo como si no, te lo vas a pasar genial, vas a disfrutar de lo lindo. No soy fan de Queen ni de Freddie Mercury, pero este film me ha llegado al alma, me ha tocado la fibra sensible, incluso ha conseguido hacerme llorar mientras la veía, sobretodo viendo su gran final. Es un bonito homenaje al grupo Queen y a todo (o casi todo) lo que rodeó a la figura de su cantante Freddie Mercury. No conozco la vida de Mercury, poco más que leyendo por internet su biografía, pero seguro que el guión ha dejado de lado muchos momentos escabrosos para evitar que subiera la calificación. No sé, eso es un pensamiento mío, pero el film no se corta en mostrar ciertos aspectos del cantante subiditos de tono. Como he dicho antes, el reparto es sublime, viendo algunas fotos del grupo la elección de todos los actores y su caracterización final es extraordinaria, fascinante. Las interpretaciones de los cuatro están para aplaudir, pero, para mí, el que sobresale de los cuatro es el actor Rami Malek. Simplemente brutal. No sé si canta él o no, si va en playback o no, tanto me da, pero es que uno se queda extasiado con su actuación a lo largo de los 134 minutos, más o menos, de metraje. El único "pero" que le pondría es que las canciones no están subtituladas, al menos si uno la ve (como ha sido mi caso) en versión en español. De todas maneras, tampoco llega a molestar. Mi nota final es de 10.