Haz click aquí para copiar la URL
España España · Barcelona
Críticas de JorgeRTadeo
<< 1 8 9 10 11 16 >>
Críticas 76
Críticas ordenadas por utilidad
5
22 de febrero de 2008
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Reconozco enormes prejuicios a la hora de sentarme a ver 300. Para empezar no soporté Sin City -un cómic no puede ser cine sin adaptarse a ciertas hechuras, una estética barroca no puede erigirse en la razón de ser de una película deslabazada- y para seguir, sin paños calientes y a riesgo de ser vapuleado, el cómic -o novela gráfica cómo dice algún petulante-puede poseer un gran valor artístico y estético, pero con frecuencia carece de argumentos lo suficientemente sólidos para merecer una adaptación cinematográfica; más aún si la traslación se hace con la intención de "copiar y pegar" sin pasar por ciertos peajes necesarios para que la adaptación funcione.

El principal problema es que 300, subordina de manera brutal un argumento de cómic -poco y mal desarrollado para el cine- a una estética que oscila entre la viñeta y el videojuego, resultando un espectáculo difícilmente digerible para todo aquel que ajeno al "mundo freakie".

En el apartado ideológico tenía pensado irritarme algo más. Pero es una película tan primaria, tan tópica, tan inane, con unos personajes tan planos y un desarrollo tan previsible, que dar importancia a sus ingenuos ramalazos fascistas sería ridículo. Cuando hablamos de un producto diseñado para llenar las salas de adolescentes palomiteros, resulta absurdo entrar en polémicas ideológicas que la inmensa mayoría de su público no capta.

300 es puro ruído, que depende en exceso de una estética estridente y con fecha de caducidad; un envoltorío lujoso de la más pura nada. Y quién tenga la tentación de afirmar que este filme convierte en caduco cualquier cine de aventuras anterior, por favor, que vuelva a ver "Robin de los bosques", filmada hace 70 años y me diga mirándome a los ojos que se disfruta más de las hordas digitales de 300 que del carisma saltarín de Errol Flynn y sus baratísimos trucos.

Un filme basado en sus virtudes técnicas está condenado al olvido, pues dentro de un par de años llegará algo más caro, más moderno, más impactante que lo dejará obsoleto. Mientras una película con alma es eterna. Y no veo en el filme de Zack Snyder el mínimo asomo de espíritu épico perdurable. Sólo un artefacto aparatoso, moderadamente entretenido y tremendamente hueco.
JorgeRTadeo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
30 de enero de 2010
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Basada en la novela 'El Factor Humano' y tildada por muchos de convencional, 'Invictus' no es sin embargo el biopic hagiográfico sobre Mandela que podría esperarse, ni un drama deportivo con el rugby como protagonista, ni una película política al uso, ni un retrato minucioso de la Suráfrica post-apartheid. Es dificil encuadrar la película dentro de un género, porque toca todos esos palos sin decantarse por uno sólo y eso supone a la vez su atractivo y su (leve) talón de aquiles.

Y si este es leve, es porque Eastwood vuelve a dar una lección narrativa y con sorprendente eficacia y a veces en tan sólo un par de pinceladas nos va mostrando el carisma y arrolladora personalidad de Mandela (las relaciones con sus asesores o el primer cara a cara con Pinard lo reflejan muy bien) las tensiones políticas, la cercanía a la quiebra social de una nación partida en dos, la fuerza del deporte como herramienta de unión de un país... y todo ello lo cuenta de un modo tan equilibrado y elegante como acostumbra el gran Clint, hilando unas ideas con otras sin que quede la impresión de que pretenda abarcar demasiado y acaba componiendo un inspirador fresco sobre la tolerancia, el perdón, la superación, la integración o la fuerza redentora del deporte.

Freeman está estupendo (¿alguien lo dudaba?) dando vida a Mandela, aunque sólo la versión original hará justicia al esfuerzo de los actores en mimetizar el peculiar acento suráfricano. También Damon está muy correcto como el capitán de los Springboks, la selección de rugby que logró un épico triunfo en el mundial del 95 consiguiendo en cierto modo unir los tensos lazos de la dividida sociedad surafricana.

¿Qué le falta a Invictus entonces para ser redonda? Muchos reprochan a Eastwood que le dedique demasiado tiempo a la final frente a los “All Blacks”. No estoy de acuerdo. Al fin y al cabo, el 'leit motiv' tanto del filme como de la novela es el rugby y el interés de Mandela por él como herramienta política, la conversión de un deporte de "afrikainers" en inesperado instrumento de unión. Lo que sí falla es la falta de garra de ese climax deportivo, no está Clint demasiado inspirado a la hora de crear secuencias de espectáculo en el estadio, y se antoja algo tópico el inserto de contraplanos de los personajes siguiendo el encuentro. De modo que una película como 'Invictus' que hasta entonces desarrolla un imponente crescendo emocional y narrativo, termina estancándose un poco hacia el desenlace.

Queda aún así una notable película, con muchas e interesantes cosas que contar, mucho que admirar en su personaje central y en el actor que lo encarna. Una sagaz revisitación en clave deportiva de un hecho histórico que conviene recordar, la hazaña de un hombre que hizo del perdón, la tolerancia y la constancia su bandera y unificó a un país al borde de la guerra civil y enterró un régimen salvajemente racista para dar paso a la democracia y la esperanza. Un gran hombre que merecía este buen homenaje a su figura.
JorgeRTadeo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
20 de septiembre de 2009
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comienza 'Malditos Bastardos' la más reciente creación de Tarantino, con un brillante episodio en la campiña francesa durante la II Guerra Mundial, que además de estar dirigido con maestría, o interpretado con un talento inmenso (subrayemos el nombre de Christoph Waltz de cara a la próxima ceremonia de los oscar) genera una tensión indescriptible que te mete de lleno en lo que uno ve en pantalla y asombra por el dominio del medio que ejerce el cineasta norteamericano.

Luego aparecen Brad Pitt y sus bastardos, un ficticio grupo de judíos norteamericanos que se dedica a sembrar el terror entre las tropas nazis, para salpicar de humor tan bestia como eficaz la película. Pero a pesar de la jugosa figura de Aldo Raine (Pitt) y sus secuaces, el filme pertenece a dos personajes de enorme fuerza, la vengadora Shoshana (Melanie Laurent) que tras escapar de la matanza de la primera escena tramará un complot para incinerar la sala de cine que regenta llena de oficiales alemanes; y sobre todo el coronel Hans Landa (Waltz) cuyas brillantes líneas de guión y el retorcido carisma que le imprime el actor, le hacen estar entre los mejores villanos que ha creado el cine moderno. Y son los episodios que protagonizan ambos, los que mejores resultados dan (y el momento de su reencuentro, posiblemente el más poderoso e impactante del largo metraje).

Hay otro capítulo de notable fuerza en la taberna, lastrado sin embargo por su excesiva duración, lo reiterativo de su humor y su poco consecuente clímax, que desperdicia personajes con lustre en virtud del efectismo y el factor sorpresa. Y también hay sitio para una historia de amor/odio un tanto forzada entre un aparentemente cándido oficial alemán y la mencionada Shoshana. Y la irregularidad se apropia de una película que por momentos se resiente porque tarda en avanzar y uno que no es un fan rendido a las gracias de Tarantino, y a pesar de un continuo y acertado juego idiomático (respetado sólo en parte en la versión doblada) se ve tentado a desconectar por momentos de esa verborrea ingeniosa que por momentos fatiga y lastra el ritmo de la historia.

Sin embargo, el poderío de las imágenes, el dibujo de personajes (también esa actriz alemana colaboracionista que interpreta con acierto Diane Kruger) y la emoción, esta vez sí, del último tramo, salva los muebles con creces, regalándonos además una resultona y curiosa parábola metalingüistica sobre el poder del cine como instrumento para ajustar cuentas con el pasado y manipular la realidad a su antojo en virtud de la justicia.
JorgeRTadeo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
20 de diciembre de 2008
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Clint Eastwood lleva casi dos décadas diseccionando en su cine los aspectos más oscuros de la sociedad nortemericana y los recovecos más ocultos del alma humana.

En "El Intercambio" su última, inquietante, imperfecta pero poderosa película, sintetiza varios de los temas que ya ha tocado con lucidez anteriormente: la corrupción de la infancia, la manipulación de los medios de comunicación o la podredumbre de los estamentos públicos.

"El Intercambio" denuncia la corrupción del cuerpo policial de Los Ángeles en los años veinte, nos sumerge en una estremecedora crónica negra de la Ámerica Profunda y es ante todo la historia de la obstinada lucha contra el poder establecido de un personaje despojado de lo que más quiere, y que sin embargo nunca renuncia a conservar la esperanza.

Angelina Jolie es una actriz a la que demasiado a menudo su fama y su belleza condena a los prejuicios y a que no se la tome en serio. En manos de Eastwood logra al fin vencerlos y en la piel de Christine Collins, esa madre coraje en desesperada búsqueda de su hijo desaparecido, consigue una interpretación incontestablemente conmovedora.

Eastwood aprovecha muy bien las posibilidades del guión (esquivando hábilmente los tópicos del dramón de sobremesa en que se podía haber convertido en manos de un director sin la clase del maestro) con una narración elegante y no cediendo nunca a la crónica morbosa, haciendo énfasis en el impacto emocional de lo que narra y evitando hacer un espectáculo del escabroso tema que trata.

La película atrapa, desasosiega, estremece. Es un aterrador recorrido por dolorosos lugares del alma humana: el interminable sufirmiento de una madre desesperada por recuperar a su hijo, la repulsiva sinrazón del más atroz de los crímenes, la indignante podredumbre moral de aquellos que custodian nuestra seguridad, la brutal pérdida de la inocencia de unos niños que quedarán marcados tras su paso por uno de esos infiernos que de vez en cuando brotan en la llamada "América Profunda"

Eastwood nos hace sufrir, nos hace pensar, logra encogernos el estómago e implicarnos en una historia muy dura, pero el mal trago merece la pena. Otra gran película que nos regala el mejor cineasta americano vivo. Y que lo sea por muchos años.
JorgeRTadeo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
10
8 de noviembre de 2006
8 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Burton siempre deslumbra con su estilo, su imaginería visual, con su poesía oscura, o sus delirios coloristas; incluso de sus películas menos logradas surgen destellos de genialidad. Pero nunca el cineasta había logrado un filme tan redondo y complejo como este Big Fish, quizá porque nunca se había encontrado con un guión tan extraordinario y a la vez tan afín a su universo cinematográfico.

Big Fish no sólo es una caricia para los ojos, es un regalo para el corazón. Burton se esfuerza más que nunca para que los árboles de su extraordinario poderío visual, dejen ver el bosque de sentimientos de la historia que cuenta, de modo que su peculiar estilo cinematográfico no fagocite la historia, sino que sea un perfecto aderezo, y ambas cualidades vayan de la mano durante todo el relato, hasta llegar a un desenlace sublime, el más hermoso de la trayectoria de su director, que aparca un tanto su cinismo y humor negro (no del todo) para contarnos una historia de amor paternofilial, que asombra por su empaque visual y sobrecoge por su emotividad. Una película preciosa e imprescindible.
JorgeRTadeo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 8 9 10 11 16 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow