Hay que reconocer que la propuesta es valiente y original. Su visión descarnada del mundo del porno resulta hasta cierto punto impactante, pero la verdad es que me esperaba algo más.

Creo que la peli se queda a medio camino, ya que realmente no suceden muchas cosas, lo que unido a un ritmo lento, hace que llegue a aburrir en algunos momentos. Los pequeños conflictos que se narran no han llegado a tocarme la fibra, por lo que he visto el film con una cierta indiferencia.

El primer capítulo de la 6 temporada confirma la decadencia de una serie mítica como Black Mirror.

El planteamiento de este capítulo resulta muy interesante, lo que hace que la atención se mantenga durante el primer cuarto del metraje.

Pero, a partir de ahí, el desarrollo de la idea resulta deficiente, ya que dispara en todas direcciones sin dar en ninguna, y la resolución es un despropósito.

Por lo visto en este capítulo, Netflix parece más preocupada en colocar sus ineludibles consignas woke, vengan o no a cuento (el primer hombre que aparece en el lugar de trabajo de la protagonista viste una falda), que en ofrecer un contenido de calidad, en este caso acorde con el prestigio que tiene -o, mejor dicho, tenía- la serie.

Película impecable técnicamente, un derroche de medios bien empleados. No se puede pedir más, una reconstrucción fidedigna de los escenarios, ambientación excepcional, fotografía espectacular, un diez para todo el equipo, desde el primero hasta el último.

Pero hay algo que falla. Uno no empatiza con los personajes, carecen de carisma. Cuando acaba la película, uno no recuerda sus nombres ni una escena que los defina. No hay momentos que te emocionen de verdad. Falta tensión, sobran algunos monólogos, la narración en off no acaba de funcionar... en fin, una lástima.

Y, por último, creo que no hacía falta esta película después de ¡Viven!. Un remake innecesario.

Esta es una de esas películas que, cuando terminas de verla, te preguntas si has asistido a una genialidad o un despropósito. Eso me ha pasado con esta.

Le he puesto un 8 como le podía haber puesto un 4 o un 1, pero he optado por ese notable alto valorando su originalidad. El argumento puede estar manido, pero la puesta en escena es personalísima, se mueve en un plano onírico que hace que ese planteamiento simple cobre un nuevo y peculiar sentido, sea éste el que sea.

En fin, película-experiencia a la que hay que asistir con la mente abierta y dispuesto a entrar en el juego de Cosmatos, un director del que estoy convencido que se puede esperar algo mucho mejor.

Una vez más, leo lo que dicen los críticos y los usuarios de Filmaffinity y me parece haber visto otra película.

El film comienza prometedor, pero a los veinte minutos comienza a desinflarse y se va arrastrando con situaciones que no tienen ningún sentido. Mi empatía con el personaje de la madre es nulo, en ningún momento me atrapa la historia. Pero a un cuarto de hora para el final parece que va a dar un giro la historia, por fin comienza a interesarme y... (ver spoiler).

Tan sólo se libra de la quema Peter Dinklage (el enano de Juego de Tronos) y la madre del policía, que está fantástica en su papel.

Total, una decepción más.