Haz click aquí para copiar la URL
Críticas de Pp Ferrer S
<< 1 2 3 4 10 27 >>
Críticas 132
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
7
18 de febrero de 2018
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me gusta que Naruse empiece sus films con algún toque de humor y en esta ocasión se supera a sí mismo cuando en el borde de la piscina una muchacha le hincha el pecho a otra que se supone que lleva pechos postizos. Cuando la cámara sale a la calle, el director de fotografía aprovecha para que la luz lo inunde todo y resalten los colores, como ocurre en la secuencia de la piscina; pero cuando la historia ocurre en interiores, la fotografía sigue muy bien cuidada de luces y se resalta el color con los kimonos de las geishas que revolotean por doquier. Naruse plantea el tema del progreso del Japón después de la guerra utilizando la vida y el trabajo de las geishas como elementos tradicionales que se van modernizando. Son mujeres liberadas, con una gran cultura, que conducen sus autos y aprenden inglés. Hay continuas referencias a la reciente guerra que Japón perdió con el resto del mundo y en particular con los americanos que ahora son los clientes deseados por estas mujeres y cuya cultura ha invadido Japón: los clubs, las bebidas (ya no es el sake, ahora es el whisky), la música y los cantantes, incluyendo los cantantes de jazz que son de color. La invasión incluye hasta la comida, pues están de moda los restaurantes italianos con sus característicos manteles a cuadros. Pero la vida no es tan alegre como se pretende, pues en el fondo persisten las necesidades económicas y en particular para las mujeres que no están casadas, así como las soledades y la falta de amor que puede llevar a los mayores dramas y hasta al suicidio.
Pp Ferrer S
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
15 de febrero de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La marginación como consecuencia de la pobreza es sufrida especialmente por los niños. Y además perteneciendo a una etnia despreciada y a ello se une un hogar sin una madre y con un padre borracho. Y para colmo la religión es otro motivo que divide a los componentes de esa sociedad. Todos los elementos para desarrollar un drama para el que Naruse utiliza el color sin profundizar en su función, por lo que la película la podríamos imaginar en blanco y negro, sobre todo en interiores, y posiblemente aumentaría su dramatismo. Particularmente dramática es la secuencia en el laboratorio cuando el protagonista intenta realizar un frotis de sangre para ver las diferencias de raza, muy bien acompañada de una música significativa y una planificación eficiente para el drama. También en la secuencia del entierro, la música suena como una marcha fúnebre al ritmo de la cual va moviéndose la caja donde reposan los restos. Pero me imagino que la sociedad nipona, como la del resto del mundo, está por ver cine en colorines y Naruse se lo ofrece especialmente con bellos paisajes y vestidos de tonos llamativos; las imágenes del lago son muy “bonitas”. La utilización de niños es una gran dificultad para la mayoría de los directores y aunque Naruse siempre los ha introducido en sus historias, aquí arriesga mucho y los hace protagonistas. También es un elemento que los espectadores valorarán y muy especialmente las mujeres a las que van particularmente dirigidas estas películas en esa época del Japón. Con todos los medios que Naruse tiene a su alcance para realizar sus películas, hay algo que todavía no ha aprendido a hacer: “la noche americana”. Las sombras son demasiado evidentes. Y por supuesto no podía faltar la moraleja final aunque esta vez envuelta de demasiado dramatismo a mi modo de ver. Por último, yo diría que en el guión han quedado sueltos demasiados cabos, como la historia relacionada con Fue y la familia del profesor.
Pp Ferrer S
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
14 de febrero de 2018
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me gustan las presentaciones de Mikio Naruse en sus películas pues con pocos planos sitúa al espectador en el lugar y en el ambiente donde se va a desarrollar la historia. Aquí, mientras se discuten algunos temas importantes de la familia, la esposa del hijo permanece en la cocina escuchando las discusiones y sin intervenir. Naruse, que está muy especializado en personajes femeninos, introduce a Toshirô Mifune de una forma bastante espectacular, seguramente porque sabe que sus films tienen mucho éxito entre el público femenino de Japón. Acostumbrados como estamos a ver al actor vestido de samurái, aquí aparece con su traje, chaleco y corbata. Para reforzar su presencia en la mesa vecina a la que nuestra protagonista le está atendiendo, un par de muchachas se dan codazos para indicar la presencia de Mifune. Estos son los puntos de humor que me gustan del director y que últimamente estaba echando en falta. Por otra parte, Naruse vuelve, una vez más, a plantear las transformaciones que se están produciendo en Japón, y no sin dificultades. Emprender un nuevo negocio es alentador pero arriesgado y mientras las nuevas generaciones lo quieren intentar, los ancianos solo ven dificultades y hacen todo lo posible por evitarlo. Naruse trata a las geishas que todavía realizan sus trabajos en esos días con muchísimo cariño: yo diría que les tiene una adoración especial por cuanto han representado en la vida de Japón. Pero la verdaderamente importante es la mujer, no hay que olvidar que en Japón había más mujeres que hombres como consecuencia de la guerra. Entonces la mujer tiene que empezar a tomar decisiones planteándole al hombre su punto de vista ante cada problema. Las mujeres mayores, esto no parecen entenderlo. Y el hombre, lo más interesante en esta cuestión, está absolutamente dispuesto a que la mujer haga lo que quiera y sea feliz si entiende que no lo es con su marido. Un punto de vista muy liberal.
Pp Ferrer S
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
10 de febrero de 2018
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos ante una película que Naruse tuvo que disfrutar, pues trata de una historia de mujeres y con una gran actriz, Haruko Sugimura. Se trata de una historia de geishas, ya mayores y fuera de su trabajo, lo cual nos lleva a ver un Japón más moderno pero recientemente unido al Japón anterior a la guerra. Ahora es el dinero lo que más importa cuando hasta hace poco eran las personas y su dignidad. La mujer estaba sometida al hombre, pero ahora, cuando muchos hombres han muerto en la guerra, es la mujer la que lleva las riendas en el hogar. Una secuencia muy importante y la más interesante, a mi modo de ver, en la película, es cuando Okin, la protagonista, revisa sus viejas fotografías (hay que decir que está guapísima cuando era joven) y termina con la de su amante, que también era joven, y a su criada sordomuda (una gran interpretación) le dice que le deje entrar a casa cuando llegue. Inmediatamente Naruse introduce la llegada de este antiguo amante a la casa de Okin, ambos son viejos, pero en la atmósfera cinematográfica se nota que entre ellos hay algo, el paso del tiempo. Los planos son magníficos: puertas que se cierran y abren. Esta secuencia debería ser considerada como un ejemplo de interpretación, pero al mismo tiempo como la humillación del hombre, antaño señor de las mujeres. Unas mujeres que saben que dominan su entorno inmediato, a sus maridos y a sus hijos. Pero su existencia no es solo el tiempo presente, fundamentalmente es el pasado que les ha llevado a ser lo que son ahora. Y al final, no podía faltar, aparece el tren, la esperanza, “los jóvenes saben como vivir” Y para remate final, un magnífico homenaje desde Japón a la maravillosa Marilyn que en esos momentos está en pleno auge de su carrera cinematográfica, sin atisbar lo que más tarde ocurrirá.
Pp Ferrer S
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
8 de febrero de 2018
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos otra vez en una historia del tipo que Naruse prefiere; una historia familiar. Esta historia va ramificándose en personajes laterales que la enriquecen y captan nuestra atención en todo momento. La historia es, como siempre, desde el punto de vista femenino, una historia de lo nuevo y de lo viejo, del Japón actual y del Japón tradicional, donde la mujer se enfrenta a la familia y a la sociedad. Una mujer que tiene pocos caminos hacia la esperanza si comete algún error y sobre todo si no encuentra el hombre adecuado, siendo la prostitución y el alcohol su única solución. En todas las películas con temas femeninos la madre es un personaje crucial dentro de la familia, y por su relación con los vecinos yo diría que en la sociedad. Curiosamente es la mujer madre la que aglutinará la familia y la que orientará a los hijos, y en particular a las hijas, mientras el padre, el hombre, parece no saber resolver los problemas si no es con violencia y se esconde en el alcohol. Naruse, a medida que pasa el tiempo, va olvidando las consecuencias de la guerra, cosa que por otra parte es lo que ha hecho Japón desde el mismo momento que terminó la contienda, y desde luego le ha ido muy bien con esa forma de pensar porque ha podido salir de desgracia a la sociedad del bienestar con un enorme auge económico. No se ha quedado relamiéndose las heridas de la guerra como han hecho otros países. Pero lo mejor de este director no son sus historias sino la forma de contarlas con una enorme economía de imágenes, con planos justos en el encuadre y en el tiempo que le permiten darnos una extensa visión de lo que está ocurriendo. Aún dentro de un mismo plano, la ubicación de los actores y la colocación de los elementos del habitáculo, cuando no un paisaje en el exterior, tienen una profundidad de campo que permite estar en todos los elementos de la historia que allí se está produciendo. El agua como elemento purificador es utilizada ampliamente en toda la película, ya sea del río, de las acequias o el pozo del hogar. Y desde luego no puede faltar el tren que lleva a la felicidad deseada.
Pp Ferrer S
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 10 27 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow