Su duración es exacta, nada falta y nada sobra, como en la buena poesía. Un globo rojo se nos queda pegado para siempre en la retina. Absolutamente deslumbrante.

Shakespeare estaba fascinado por la historia, no del todo cierta, del jorobado rey inglés que escribió en 1591, siendo por tanto una de sus primeras obras, de las denominadas tragedias. La mejor manera de hacerlas llegar a los espectadores actuales es la adaptación a tiempos más conocidos por todos, de este modo saboreamos sus matices. Pero Shakespeare es Shakespeare y Loncraine es Loncraine. El lucimiento de los excelentes actores del elenco es variado, y sólo entendemos presencias como la de Maggie Smith o una perdidad Kristin Scott Thomas, tan fácil de convencer por Ricardo, por tratarse de una obra del bardo. Ian MacKellen deja de lado la pluma- que muestra en actuaciones gay- para interpretarnos a uno de los malos más malvados del teatro de manera convincente. Pero el problema es que los demás personajes sean tan tontos. Así es malo cualquiera.

Un guión en el que no se mencionan nunca las palabras chantaje o lesbiana, donde el rumor es una constante y donde las dos protagonistas, Blanchett no es secundaria por Dios, matizan cada escena, es digno de ir a adorar. Quiero un duelo entre Helen Mirren y Judi Dench ¡ya!

El director machego la habría llenado de guiños y detalles, pues hay homenajes a Douglas Sirk, uno de sus favoritos confesos, y además no desaprovecharía la frialdad de la DEneuve- que luce un poco mayor-, limaría a Isabelle Huppert, que sale un poco exagerada y le hubiera proporcionado un césar a Danielle Darrieux, muy mal aprovechada. Le doy un cinco por su pseudoriginalidad, por su colorín, por el duo Deneuve-Ardant -tete a tete-, y por lo evidente de su guión con los clichés más manidos de cualquier historia policiaca. No es cierto que todas se luzcan lo mismo, a Emmanuel Beart ni se la ve.

Magníficos títulos de crédito y plano final

La historia es desagradable de por sí, pero luego no sientes más que la frialdad de los buenos decorados, fotografía, apartados técnicos...Jared Leto está increible, pero literal, no hay química con Salma que hace fenomenal de femme fatale ardiente pero muy fría. Error de casting con los dos actores protagonistas, Leto y Travolta. Guión flojo. Laura Dern y Scott Caan no pintan nada.
No la recomiendo más que por Salma.