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España España · Madrid
Voto de brometeo:
7
Animación. Fantástico. Aventuras Kubo vive tranquilamente en un pequeño y normal pueblo hasta que un espíritu del pasado vuelve su vida patas arriba, al reavivar una venganza. Esto causa en Kubo multitud de malos tragos al verse perseguido por dioses y monstruos. Si de verdad Kubo quiere sobrevivir, antes debe localizar una armadura mágica que una vez fue vestida por su padre, un legendario guerrero samurái. (FILMAFFINITY)
21 de diciembre de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Por qué, oh infortunio, una película que podría haber aspirado a ser un clásico rotundo se queda, para mí, en una cierta mediocridad?

Desde la primera imagen sospechamos que Kubo puede conmovernos. No me puedo creer la inmensa cantidad de detalles que marcan la "actuación" de esos muñecos. Sublime. Tampoco atino a asumir que, tras las escenas de Kubo con su madre, quizá pueda encontrarme frente a una de las mejores películas de animación que haya visto nunca.

Los capítulos se suceden con naturalidad y van inflando la historia. Desencadenado el espanto, ya me siento entre la euforia y una emoción genuina que no parece beber de nada concreto, sino del conjunto de la obra.

Pero, de pronto, comienzan las bromitas estúpidas y carentes de sentido, esas que se demarcan de los personajes y podría haber hecho un astronauta, un pirata, un viajante de comercio o un locutor poco inspirado. La magia se desinfla y estamos ante... otra propuesta más de muñecos que se mueven, se enfrentan torpemente, caminan en pos del final de la historia.

El resto de la película sigue disfrutando de excelentes momentos, pero ya siento la cojera en el tono que me saca y obliga a regresar cada dos por tres.

El conflicto final me resulta blando, aunque la resolución sea conmovedora y amable, casi necesaria en su sencillez.

Una lástima la deriva intermedia. Podría haber sido una de esas películas que recuerdas sonriente y revisitas a menudo, pero no lo es. Clamo por el día en que los artífices del cine de animación se den cuenta de que esas primeras escenas de Kubo, resueltas con maestría y un cariño infinito, dan perfectamente para una película que guste por igual a niños y adultos, que no es necesario humor chabacano para convencer a nadie; basta con el que surge de forma natural de cada personaje, si la propuesta es, como en este caso, excelente.

Juntar Kubo con un poquito de valor y naturalidad daría para para tener esa combinación mágica que perduraría en la memoria y daría una historia de culto al Cine.

La próxima vez será. Espero.
brometeo
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