Cine recio, duro, lineal, directo, eficaz, sin aditamentos, sin estridencias. Solo cine. Es el cine del gran David Cronenberg. En el fondo siempre ha sido así. Pero esta no es la mejor película del director canadiense. Quizá sí la más comercial.

Pusiera pensarse, por pensar algo, que tras el fracaso comercial de la impagable "Spider", Cronenberg ha buscado (o le han impulsado a buscar) una historia más asequible al gran público.

Manteniendo siempre su impronta y dignidad de enorme hacedor cinematográfico, la película conjuga el éxito de crítica y público. Probablemente, junto con "La mosca" e "Inseparables", la película más taquillera del director hasta el momento.

Pero, no dudo en afirmar que esta es la película menos "cronenberg" de cuantas el director ha realizado. Y esos para los adictos a "cronenberg" , para los "poseídos" por este cineasta único, supone un cierta decepción.

El argumento-guión no es nada del otro mundo. Cualquier digno director de telefilms, hubiese hecho un digno telefilm (valga la redundancia). Obviamente David Cronenberg ha hecho algo más, mucho más, pero...

La música de Howard Swore sigue siendo muy eficaz, como en la mayoría de films del director.
Los actores están muy bien: William Hurt borda su papel (nominado al oscar a mejor actor secundario). Ed Harris, correcto en su papel de casi siempre. Viggo Mortensen logra una esforzada interpretación; algo más que correcta.

La mejor escena de la película es el primer tiroteo en el bar. Impacta. Y la cara destrozada del viejo delincuente parace un guiño a los mejores momentos DC.

En fin, la película más previsible y menos personal de de director, por lo que yo la consideraría un film menor dentro de su filmografía.

Metamorfosis del individuo; la enfermedad genética; matar con un revolver.