Se podrían dividir los espectadores de cine en:
1.- Aquellos que gustan de entender 100% el argumento. No quieren peras mentales, ni finales abiertos, ni múltiples interpretaciones, ni simbologías...
2.- Aquellos que (con perdón) gustan de pensar un poco más y gustan de analizar los fondos, las formas y los porqués. Les gusta comparar unas películas con otras, y así extraer claves ocultas, simbolos...Aceptan planteamientos deliberádamente obtusos y finales inconclusos.
3.- Todas las posiciones intermedias. Son la mayoría, claro.
Lars Von Traers filma su primer largometraje, "El elemento del crimen"; y dice: el que pueda que me siga. Yo soy genial. No todos podreis seguirme, pero qué le vamos a hacer; el mundo es así y siempre ha sido así.
Y cada uno de nosotros reaccionamos como podemos. A los del grupo 1 les espantará la película. Los del 2, fliparán en colores (colores ocres). La gran masa del grupo 3...
La película es una viaje hipnótico al pasado de Europa (¿Que es Europa?) con el objetivo de investigar unos asesinatos de niñas. Visualmente poderosa, conecta con algunas de las clásicas películas del cine negro y crea escuela en la recreación de escenarios de films de psicópatas asesinos. Tambien conecta con el cine de Tarkovski (la zona de Stalker) y recuerda a la interzona de Burroughs, llevada al cine unos años después por David Cronenberg (El almuerzo desnudo).