Hay algo mas que azares en la vida. Uno de ellos que vuelva a ver hoy 28 de enero de 2017, por enésima vez, "My Fair Lady", que si bien tiene que ver con que en el año 2016 he estado revisando "todo" el musical americano, no por estudio, sino por necesidad anímica; tambien tiene que ver que en estos días todo el mundo habla de "La, La, Land" y todavía no la he visto por un temor reverencial y por las excelsas críticas que oigo; y a tenor con las que algunos escribieron acerca de "Chicago", del Sr. Marshall y que a mi me pareció un pecado contra el espíritu santo (con minúsculas), tengo el excepticismo de que pueda colocarse al lado de "My Fair Lady", aunque como amante del musical, me gustaría que mereciera, si no la paridad, al menos la inclusión en la historia del "Cine Musical".
Por estas fechas veo a un "alter ego", haciendo lo mismo que yo en relación con esta obra.
Cuando en 1917 aparece "The Fountain" en el mundo del arte, se produce, no entonces pero si despues, una ruptura en lo que hasta entonces se había llamado arte. Hoy vivimos tiempos oscuros en ésto como en otras cosas.
Si El Cine, todos admitimos ya que es el "7º arte", a veces nos cuesta sobre todo en las obras coetaneas dilucidar que quedará en la historia y qué no. Porque la historia no es el lugar de la justicia, si no, ahí está "The Fountain" para corroborarlo. ¿Por otra parte, tiene sentido hablar de justicia en relación al arte?.
De lo que si estoy seguro es que "My Fair Lady", quedará, a pesar de algunos compañeros de página, en los anales del Arte como han quedado Hogarth, Reynolds o Gainsborough, todos emparentados en muchos aspectos, con "My Fair Lady" y como dijo el viejo Max. "Si menor en años no menor en prez".
No voy a hacer la crítica, que muchas hay y seguro que mejores que la mía. Sólo decir que lo de "teatro filmado" que dijimos algunos alguna vez, fue una estupidez. Que Cukor junto a Beaton y otros colaboradores lograron la perfección en cuanto a la adecuación de la representación. Que Rex Harrison, Audrey Hepburn y Stanley, Holloway, están a la altura de esa perfección. Que "My Fair Lady", está junto a los grandes de Done-Kelly y Minnelli y que en cuanto a mi vieja tontería de que era teatro filmado frente al salir a la vida y a la calle de los films de los citados, no tengo mas remedio que admitir aquello de que a veces un decorado representa más "la realidad" que la vida. En cuanto a lo de misoginia, fabianismo, sentimentalismo etc, mejor no decir nada. Además, como coda, la exquisitez de la caligrafía de Cukor con la cámara, está al mismo nivel moral-emocional, que la "dolly" de Donen en la escena bajo la lluvia en "Singin in the rain". Sí, "The rain in Spain stays mainly in the plain", for ever, como la nieve cae sobre la tierra para siempre en el relato de Joyce.