Haz click aquí para copiar la URL
España España · Cáceres
Voto de Sinhué:
8
Romance. Drama Viena, 1900. Stefan Brand, un famoso pianista, recibe una carta de una mujer con la que mantuvo, en el pasado, una relación amorosa que ya no recuerda. Lisa es para él una desconocida, alguien que ha pasado por su vida sin dejar huella. Y, sin embargo, ella sigue apasionadamente enamorada de aquel joven músico que conoció cuando era todavía una adolescente. (FILMAFFINITY)
7 de junio de 2011
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Porqué apreciamos más a los clásicos, a esas películas a las que destinamos un registro especial cerca de nuestros corazoncitos y las alejamos más de la fría razón que transita por el infinito serpentín instalado en nuestros cerebros?
Tenemos, es cierto, distintas varas de medir y lo que perdonamos en una historia antigua no estamos dispuestos a dejarlo pasar en una contemporánea. A mí me ha pasado, una vez más, con "Carta de una desconocida" que la he calificado de forma inmediata con un notable y después he considerado que la nota hubiera sido otra de haberse estrenado hace una semana. Pero no me arrepiento en absoluto de la nota porque aunque pueda pecar de algunos tópicos propios de su época: sinvergüenzas simpáticos, mujeres entregadas, dulzura hasta el empalago...; el transitar calmoso del tiempo y los recuerdos por las calles de Viena, el blanco y negro que te absorbe como niebla cálida y la melancólica constatación de lo injusto e inevitable de la vida y del destino, hacen que esta obra de Max Ophüls se incorpore a esa estantería rústica de madera de castaño en la que duermen, cerca del fuego, todos los viejos y queridos fetiches que nos hipnotizaron y nos hicieron amar el cine.
Y es que hay algo más que el distante análisis científico que suelen hacer los críticos más profesionales de un filme; cuando cada cual, de forma individual, se enfrenta a la pantalla (sobre todo si hay oscuridad) allí también estan tus flash-back personales, tus olores y tus días de lluvia, y para todo esto los clásicos son los vehículos ideales.

Al final a mí también me ha salido una carta a miles de desconocidos y es que el género epistolar convoca los fantasmas de los días que no volverán.
Sinhué
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow