-Esa irresistible atracción en la que participan todos los sentidos, tan física, tan irracional, tan imparable. Ni siquiera los protagonistas saben si eso que tanto gusta y que tanto duele, que nos hace crecer y que nos convierte en insectos, que mancha y que huele, que nos mata y nos hace matar, puede llamarse amor. ¿Vence quien huye en esta lucha?

-¿Hay amor si hay interés? El apetito comedido, las reglas sociales, la mentira tolerable, el instinto domesticado; ¿hay más erotismo en el poder y el lujo? La tranquilidad, el sosiego, la inmunidad...¿son bálsamos efectivos?

-Está demostrado: se puede vivir sin conciencia. Pero no todos pueden hacerlo. O naces sin este molesto apéndice o lo pasarás mal en tu proceso preparatorio; es más difícil incluso que el tenis.
Algunos no soportan la extirpación y acaban condenándose. Si consigues sobrevivir, el resto de tu vida será menos complicado.

-Nola, te presento a Chloe.
Tú eres la mujer que me sube al cielo, ella es la que me garantiza un paraíso en la tierra.
Chloe no merece que nuestro sucio amor la salpique.
Tu corazón se está equivocando. ¡Haz caso a tu cabeza!
No se puede tener todo: ¡Ojalá tú fueras ella o ella fueras tú!

-Cuando todo haya sucedido y la pelota haya caído muerta a un lado de la red se habrá cumplido el destino. El tuyo y el mío.
La muerte sólo es un aspecto más de la vida. La pasión permanece mientras uno de los dos aliente.
¿Quién ha ganado este punto de partido?.