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España España · Santander
Voto de Simsolo:
8
Thriller. Drama Adam (Danny Dyer) es invitado por la atractiva Alice (Gillian Anderson) a una 'fiesta privada' en una casa de campo a las afueras de Londres. Pero de regreso de la fiesta, ambos son brutalmente atacados por un grupo en una carretera desierta. Los dos sobreviven, aunque Adam pierde un ojo y Alice sufre una violación. Destrozados física y emocionalmente por la agresión, la pareja decide encontrar a los responsables y tomarse la justicia por su mano. (FILMAFFINITY)  [+]
29 de noviembre de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Straighthead” tiene la virtud de incomodar al espectador. Carece de asideros fáciles o retóricos. También de las convenciones habituales que, por manidas, nos permiten respirar tranquilos en la butaca. Busca turbar y lo consigue. Una ambigüedad perfectamente trazada desde sus primeras escenas en el apartamento de una Gillian Anderson sobresaliente y la posterior fiesta nocturna en la mansión inglesa de su mentor. Escenarios en los que queda atrapado el desdichado personaje interpretado por Danny Dyer, el ingenuo seducido y sobrepasado por los modos de una mantis religiosa, el elitismo de un ambiente que no es el suyo y, por fin, camino del estallido de la locura, por unos tarados extraídos de “Perros de paja”. Casi estamos en el territorio del western, con un uso modélico del paisaje, esas localizaciones tanto interiores como exteriores que explican a los personajes sin inútiles subrayados.

No es un filme redondo por culpa de algunas libertades del guión, obra del director, pero consigue transmitir el miedo como pocos. No un miedo atávico, de monstruos o asesinos en serie, sino un miedo social, de diferencia de clases. Es un cuento de terror moderno en el que no caben investigaciones policiales ni la lógica blanda de los filmes de venganza resueltos con moralina. Hay piedad en éste, pero mal repartida: las féminas son las fuertes y los hombres se pierden en sus flatulencias machistas, en su simplicidad sexual. Lobos y corderos al acecho, sin benevolencia alguna por ninguna de las partes.

Lo más interesante de “Straihgthead”, obviando ese titulo de telefilme de su distribución en España, es su condición abstracta, con ecos de Cronenberg y Lynch. Es un golpe bajo sobrevenido sin pelea previa: el atropello de un animal, una disputa durante un adelantamiento y la brutal deriva de los hechos. No hay enseñanza. No hay moraleja. Sucede y basta. Por eso muchos amantes de los argumentos bien cosidos y el thriller de pacotilla (empezando por el vengador Bronson y terminando en sus secuelas de cómic) se sienten estafados. Como si la película no contara nada cuando realmente, exigiéndole bastante al espectador, lo cuenta todo sobre nosotros y esa sociedad que, dividida en escalones sociales y compartimentos estancos, estúpidamente hemos construido.
Simsolo
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