Qué mejor que celebrar la Noche Buena (que es cuando escribo esto) con una película que, como su propio nombre indica, va de una Santa. No hay que buscarle más pies al gato que es esta película: hay gente conductora de autobús, product manager o incluso política, pues esta mujer es Santa. Hasta habla con Dios y todo, cuyo idioma es el galés.

Como es normal cuando eres Santo en vida, la relación con el resto de la sociedad no es fácil, como así lo atestiguan múltiples ejemplos en la historia, véase Juan Bautista, Atanasio de Jerusalén, Prócoro, Fray Luis de Cáncer, San Valentín, Esteban el Joven, Carpóforo, San Sebastián, Juana de Arco, Viborada o el propio Jesucristo, que bueno este había pasado de nivel de Santo. La lista es larga y no caben todos aquí pero os hacéis una idea. Así que no debe sorprender que a esta película la cataloguen de terror, drama o misterio, es que las vidas de los Santos son así tal cual, no hace falta añadirle más elementos a la cruda y simple realidad.

Más allá del hagiográfico argumento de la película, destacar la paleta de colores ocres y azulados que le dan el tono circunspecto que merece la ocasión y el magnífico sonido ominoso y envolvente. Una buena experiencia para que disfrutéis en una sala de cine y si no puede ser pues en vuestra casa tirados en el sofá y calentitos esperando que el repartidor os traiga la comida al portal.

Ya por último, me ha gustado mucho el detalle de incluir en los créditos al adiestrador de animales y por supuesto también la certificación de la Humane Society según la cual ningún animal fue dañado. Especialmente porque el único animal (no humano) que sale es una cucaracha, y bien lozana. Firme candidata al Oscar 2021 a la Mejor Interpretación Artrópoda.

Gustará a: ligones de bar, gente que le gusta pasear por la playa, Dios
No gustará a: emetófobos, profesionales de la enfermería, pies