No tenía ni idea de cómo era la película ni de lo que debía esperar de ella...

Y me encuentro con un film plásticamente trabajado (no hay duda de que el tal Ellis sabe usar la cámara) atmosférico, onírico (con momentos que parecen acercarlo a "Donnie Darko"), extrañamente romántico, tonalmente irregular (la película a veces juega la baza de la comedia británica y a veces parece el diario de un soñador que curra en un supermercado) y con una omnipresente voz en off que lo acerca a una novela de Bret Easton Ellis, Chuck Palahniuk o alguien similar.

En resumen: una película diferente (aunque trate lo de siempre de cierta manera) y curiosa, tan hipnótica y visual como algo descompensada a veces.

Una rareza imperfecta que merece la pena visionar.