Aunque este filme me ha tocado siempre un poco el corazoncito (¿quién no se siente a veces un poco Starman al ver como se porta la gente y no entenderla?), un visionado reciente me ha dejado un poso más amargo: la historia no es tan buena como me parecía en un principio, el personaje de Bridges no está demasiado desarrollado, la subtrama militar resulta un tanto tibia y Carpenter parece estar conteniéndose visualmente durante todo el largometraje.

Por otro lado, es una de esas películas de la infancia y... bueno...

La verdad es que John Carpenter se encuentra a sí mismo cuando se acerca al terror o se vuelve desenfrenado. O eso es lo que a mí me parece.