Estrepitoso y destronador espectáculo de acción. Un nocaut a "Furious 7","007", "Misión: imposible" y similares. Salvajemente entretenida, brutal, bizarra, con personajes grotescos e increíbles, violenta, extrema, emocionante, no hay tregua en ningún momento. Extrañisima mezcla western post-apocalíptico con un estilo punk, una experiencia hardcore que se inclina hacia el realismo: cada golpe, tiro, estallido o vehículo estampado se ve y se siente real, sin la necesidad de atiborrar los efectos en pantalla como "Avengers" (que llegan a cansar). Una fotografía bella y cuidada cuadro a cuadro, el score es intenso, el maquillaje soberbio, la actuación de Charlize Theron es magistral y Tom Hardy está perfecto en el papel de Max. Una originalidad y creatividad bárbara en el arte conceptual de armamentos, trailers, autos de guerra. Personajes secundarios sobresalientes, incluso un maniático rockero con guitarra lanza llamas. La acción es implacable: 30 minutos iniciales abrumadores, pequeño respiro, otros 20 minutos sin cesar, respiro y así hasta explotar. Una cadena de persecusiones tan excelentemente filmadas que hace parecer a la saga furiosa y los transformers un juego de preescolar. El montaje verdaderamente sublime. Los movimientos de cámara y dirección extraordinarios. Visualmente es impresionante, entre el cine más clásico y el vanguardista podría ser la mejor película de acción en años o quizá décadas. El guión es sencillo pero ofrece una visión de la condición humana actual y contiene mucha reflexión. Brutalmente adrenalínica y desenfrenadamente tensa. Un nuevo aire al cine de acción, un resurgimiento, una obra maestra del género