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Voto de Pablo Veiga:
9,858
Drama
Cocó, de ocho años, no encaja en las expectativas del resto y no entiende por qué. Todos a su alrededor insisten en llamarle Aitor pero no se reconoce en ese nombre ni en la mirada de los demás. Su madre Ane, (Patricia López Arnaiz), sumida en una crisis profesional y sentimental, aprovechará las vacaciones para viajar con sus tres hijos a la casa materna, donde reside su madre Lita (Itziar Lazkano) y su tía Lourdes (Ane Gabarain), ... [+]
4 de junio de 2023
9 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nos adentramos en la vida de una niña de ocho años que se siente completamente fuera de lugar en su entorno. A pesar de que todos a su alrededor insistan en llamarla Aitor, Cocó no logra identificarse con ese nombre ni con la forma en que los demás la perciben. Mientras tanto, su madre Ane, se debate en una crisis tanto profesional como sentimental.
Es un ejemplo magnífico de cine valiente y con una fuerte intención autoral. Esta obra cinematográfica retrata con sensibilidad y honestidad el paisaje emocional de una comunidad concreta y su reacción ante la diversidad y la tolerancia.
Desde los primeros minutos de la película, se puede apreciar la valentía de su enfoque, ya que aborda de frente temas sensibles y controvertidos. La trama se sumerge en la identidad propia y colectiva de los personajes, explorando cómo se enfrentan a la diversidad y cómo evoluciona su tolerancia a medida que la historia se desenvuelve.
El enfoque íntimo de la película permite al espectador conectarse profundamente con los personajes y sus experiencias. La infancia, en particular, es retratada de manera tierna y auténtica, capturando las emociones y los desafíos que enfrentan los jóvenes al encontrarse con la diversidad en su comunidad. A través de estas vivencias, la película nos invita a reflexionar sobre nuestra propia identidad y nuestras actitudes hacia aquellos que son diferentes a nosotros.
La dirección de Estibaliz Urresola Solaguren es destacable en todos los aspectos. Su habilidad para crear una narrativa coherente y significativa, al tiempo que permite que los personajes se desarrollen de manera natural y convincente, es admirable. La directora logra transmitir la intimidad y autenticidad de la historia a través de una dirección cuidadosa y una elección de imágenes impactantes.
Es verdaderamente una oda a la diversidad, el diálogo y la tolerancia. A medida que los personajes se enfrentan a sus propios prejuicios y aprenden a aceptar y comprender a los demás, la película nos invita a hacer lo mismo. Es un recordatorio poderoso de la importancia de la empatía y la apertura de mente en nuestra sociedad.
Es un ejemplo magnífico de cine valiente y con una fuerte intención autoral. Esta obra cinematográfica retrata con sensibilidad y honestidad el paisaje emocional de una comunidad concreta y su reacción ante la diversidad y la tolerancia.
Desde los primeros minutos de la película, se puede apreciar la valentía de su enfoque, ya que aborda de frente temas sensibles y controvertidos. La trama se sumerge en la identidad propia y colectiva de los personajes, explorando cómo se enfrentan a la diversidad y cómo evoluciona su tolerancia a medida que la historia se desenvuelve.
El enfoque íntimo de la película permite al espectador conectarse profundamente con los personajes y sus experiencias. La infancia, en particular, es retratada de manera tierna y auténtica, capturando las emociones y los desafíos que enfrentan los jóvenes al encontrarse con la diversidad en su comunidad. A través de estas vivencias, la película nos invita a reflexionar sobre nuestra propia identidad y nuestras actitudes hacia aquellos que son diferentes a nosotros.
La dirección de Estibaliz Urresola Solaguren es destacable en todos los aspectos. Su habilidad para crear una narrativa coherente y significativa, al tiempo que permite que los personajes se desarrollen de manera natural y convincente, es admirable. La directora logra transmitir la intimidad y autenticidad de la historia a través de una dirección cuidadosa y una elección de imágenes impactantes.
Es verdaderamente una oda a la diversidad, el diálogo y la tolerancia. A medida que los personajes se enfrentan a sus propios prejuicios y aprenden a aceptar y comprender a los demás, la película nos invita a hacer lo mismo. Es un recordatorio poderoso de la importancia de la empatía y la apertura de mente en nuestra sociedad.
