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España España · Salamanca
Voto de La Maga:
8
Drama Historia de tres mujeres de épocas diferentes que tratan de encontrarle un sentido a la vida. A principios de los años 20, Virginia Woolf, en un elegante barrio de Londres, lucha contra su locura mientras empieza a escribir su primera gran novela: "Mrs. Dalloway". En los años 50, en Los Ángeles, a Laura Brown, una mujer casada y con hijos, la lectura de "Mrs. Dalloway" le resulta tan reveladora que empieza a considerar la posibilidad de ... [+]
19 de abril de 2007
21 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un homenaje a la mujer a través de un repaso a las tres facetas de la creación literaria.
Muchos nos emocionamos con Billy Elliot, primer largometraje del reputado director teatral Stephen Daldry. Ahora lleva a cabo, a partir de un guión perfectamente confeccionado a cargo de David Hare, la adaptación literaria de la prestigiosa novela de Michael Cunningham, una sugerente simbiosis entre el análisis literario como espejo de nuestras vidas y la reflexión filosófica tomando como punto de partida la experiencia de Virginia Woolf mientras escribe su novela Mrs. Dalloway, y el efecto que produce en una ama de casa de los años 50 y una moderna intelectual neoyorquina.
Una estructura narrativa idónea, hecha a prueba de bombas, permite disimular una más que evidente artificiosidad premeditada y bordear varios asuntos: el descubrimiento de una existencia desligada de todo contenido, la lucha por hallarle un sentido en medio de imposiciones sociales u obligaciones personales, la necesidad de cambio o huida... Bajo esta capa se palpa una más profunda dedicada a un asunto tan espinoso como el suicidio. Su punto de vista es, cuanto menos, progresista.
Daldry apuntala todo esto con una estudiada e imaginativa puesta en escena. Las referencias que ayudan a conectar las tres épocas son meramente visuales (las flores, los cubos de basura, la manera de arreglarse el pelo...), pero muy acertadas. Tal vez sean las flores un símbolo de que la felicidad es volátil, perecedera, frágil, de ahí la cruzada interior que cada personaje lleva consigo. Y todo esto no sería más que un soporífero pasatiempo si no fuera porque el estilo breve, elegante y conciso de Daldry se amolda de nuevo al asunto que trata. Además, la distancia que concede a sus actores se revela indispensable, pues éstos dotan de fuerza y matices a sus personajes. Así, Nikole Kidman añade otra interpretación magnífica su carrera, Julianne Moore compone quizás la escultura más cautivadora de la película, y Meryl Streep brilla, eso sí, sobre todo cuando aparece frente al espléndido Ed Harris. Si a esto le añadimos la contenida y envolvente partitura de Philip Glass, muy acorde con el tono dramático de la historia, tendremos un trabajo casi perfecto si no fuera porque el fondo de la película no está a la altura de su construcción formal. El pensamiento que contiene resulta ambiguo en ocasiones, no parece ser suficiente para darle sentido al relato, y donde debía haber un espacio para la interpretación del espectador, sobresale la confusión. Al no comprender uno las causas últimas de la desazón de estas tres mujeres - el caso de Meryl Streep es el mejor ejemplo -, el drama que nos revelan se queda un tanto hueco, ya que sólo nos queda claro que existen dos tipos posibles de evasión o redención: el concepto cristiano de la vida como sacrificio, o el agnóstico de que sólo se vive una vez y el suicidio puede resultar la liberación absoluta frente a una vida frívola, sin sentido.
La Maga
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