Fotografía fantástica, buen guión, buenos actores, buena banda sonora, emociona y te hace vibrar, y transmite un mensaje de esperanza, que tanta falta hace, sin perder la realidad de vista, es ver el vaso medio lleno en lugar de medio vacío simplemente.
Es un canto al deporte y sus beneficios sociales entre muchos otros y aunque no entiendas de rugby agarra y apasiona. Y con las escenas del poema de Mandela, de la visita a su celda y unos pocos mas, Clint no necesita más para tocarte en lo mas profundo. Esto es maestría, decir mucho con muy pocos medios. Es algo que muchos directores no consiguen nunca, es mejor insinuar que enseñar.