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Voto de SEÑOR SPINALZO:
6
Ciencia ficción. Fantástico. Acción Desde Krypton, un lejano planeta muy avanzado tecnológicamente, un bebé es enviado en una cápsula a través del espacio a la Tierra para que viva entre los humanos. Educado en una granja en Kansas en los valores de sus padres adoptivos, Martha (Diane Lane) y Jonathan Kent (Kevin Costner), el joven Clark Kent (Henry Cavill) comienza desde niño a desarrollar poderes sobrehumanos, y al llegar a la edad adulta llega a la conclusión de que ... [+]
23 de junio de 2013
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde hace tiempo, las aventuras del hombre de acero parecía una empresa casi tabú. El más grande de los superhéroes merecía una película a la altura de tan grandes poderes, y para ello se echó mano de Zack Snyder como intrépido artífice de este nuevo "reboot". La osadía de Snyder tampoco era nada nuevo, principalmente desde un punto de vista comiquero, tal como demostró en “300” y en la mismísima “Watchmen”, la biblia de los cómics de superhéroes. Y por si fuera poco, el proyecto también contó con la participación de Christopher Nolan y David S. Goyer, dos nombres igualmente curtidos en el campo, principalmente como director y guionista respectivamente de la trilogía “Batman: Dark Knight”.

Como punto de partida, la propuesta no podía pintar mejor. Y tal como era de esperar, la película adoptó el carácter oscuro que caracteriza a las adaptaciones de superhéroes de los últimos años, nada que ver con las más infantilizadas de los años 70, 80 y parte de los 90. Pero la oscuridad y el toque adulto no son elementos suficientes para lograr una obra única, y en este caso cierta parte del metraje adolece de un cierto abuso de fuegos artificiales, excesos en el uso de la estereoscopía, por no hablar de la constante obsesión por parte de los personajes en destruirlo todo. En definitiva, una extralimitación de lo grandioso que no debe confundirse con gran calidad.

Los defectos más grandes se relacionan directamente con la aparatosidad de la última hora de película, mas tampoco podemos obviar la sensación por la escasez de originalidad. En general, la película da una sensación de ya visto, de “déjà vu” en distintos elementos que se engarzan entre sí. Así pues, las referencias a Moebius (universo de Krypton) o a los fílmicos “Iron Man”, “Thor” y los “Avengers” de los últimos años son manifiestas, por no hablar incluso de propuestas de ciencia-ficción como “District 9”. Pese a todo, el film logra una cierta homogeneidad a pesar de los referentes que restan enteros en la originalidad general de la cinta.

La película tampoco carece de importantes aciertos, entre ellos las secuencias iniciales sitas en el planeta Krypton. Nada que ver con la concepción del Superman original de Richard Donner, la creación de este nuevo cosmos se muestra dotada de una originalidad impresionante, a veces tanta que se echan de menos más escenas por aquellos lares. En definitiva, un mundo con un interés digno de un “spin-off” que nos relate las aventuras de Jor-El, el progenitor del héroe. Y no menos interesantes son los diferentes y calculados flashbacks presentes durante la primera mitad de la película. Sin duda, estos momentos centrados en la infancia del protagonista son los más puramente Nolan-Goyer, instantes cargados de una lógica crisis existencial ante tan grandes poderes en un mundo tan hostil ante lo diferente y lo desconocido.

Al igual que ya ocurría “The Dark Knight Rises” (2012), la presente “Man of Steel” se postula como una película muy propia de nuestro tiempo desde un punto de vista crítico. Si bien aquella se refería a la crisis económica, política y social, el nuevo punto censurable que nos propone la epopeya del hombre de acero se centra en la sobreexplotación de los recursos naturales, causa de la destrucción del planeta de origen del protagonista. Mensaje subliminal o advertencia, es un tema que habría que tomar más en serio.

Como resumen, estamos ante una creación aceptable con sus puntos positivos y negativos casi a partes iguales. La elección del general Zod, ya visto en la pretérita “Superman II”, como primer antagonista es posiblemente un acierto total, aunque sus razones malévolas eran más justificadas en aquella dado su odio hacia el hijo de su carcelero, principalmente en al más coherente, oscuro y menos chistoso montaje de Donner realizado en 2006. La versión de Zack Snyder se decanta por una mayor estereotipación del héroe como defensor de la Humanidad y el antihéroe Zod como defensor de lo kryptoniano, rozando en ambos casos el fanatismo. Con todo, el producto es digno y un nuevo comienzo de lo que se presupone una saga que esperemos vaya en “crescendo” y nos muestre a otras dignas némesis como Lex Luthor, Brainiac o su mismo ejecutor Doomsday. La meta de DC Entertainment debería ser clara: igualar el listón del murciélago.
SEÑOR SPINALZO
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