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España España · Madrid
Voto de Melmoth:
8
Drama. Romance Alemania después de la II Guerra Mundial. Michael Berg (David Kross), un chico de quince años, pierde el conocimiento mientras regresa del colegio. Hanna Schmitz (Kate Winslet), una mujer seria y reservada que le dobla la edad, lo recoge y lo lleva a su casa. Entre ambos surge un apasionado y secreto idilio que se ve interrumpido por la misteriosa desaparición de Hanna. Ocho años más tarde, siendo estudiante de Derecho, Michael vuelve a ... [+]
15 de febrero de 2009
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Elegante y armoniosa. Sutil, a veces, otras, penetrante como una idea que no logras reducir a palabras ni atrapar con discursos, ni tampoco escabullirte de ella. Angustiosa, vital y moribunda. Valiente a la par que honesta, sencilla y con esa cadencia que deja la extraña y dura mirada de una Kate Winslet transformada por el dolor, la pérdida, el olvido o el remordimiento, todo en uno sin dejarte escapar (todo en esa mirada de actriz sensacional, fuera de toda de duda), la solidez interpretattiva de Finnes, confuso y desorientado, pero inmerso en un amor siempre joven, sin oficio, sin reproches. Una sociedad, la alemana, mirándose al espejo y, como en los esperpentos de nuestro Valle-Inclán, retorciéndose hasta no reconocerse, con el dedo índice señalando al primero que pase, revisando una historia imposible de contar, de asumir, de llorar, incluso de sentir... El perdón, maestro silencioso de los corazones sabios. Esta película es todo eso, y mucho más. No hablamos sólo de cine, de un arte de narrar historias, actores consagrados, direcciones espléndidas, fotografías bellas y deliciosas bandas sonoras, ahora estamos hablando de la Condición Humana en estado puro, y Daldry (y todo el elenco, incluidos guionistas, actores, decorados, fotografía) contribuye de manera impecable a hacernos reflexionar y a aceptar, no sin cierta resignación, que la naturaleza humana es capaz de todo, del horror y de reconciliarse con la VIDA.
Si tienen hijos, en edad de aprender, véanla con ellos, que aprenderán juntos. Si son ancianos, no se vayan a la cama aún sin repasar su pequeña historia. Si, como yo, son de mediana edad, véanla dos veces. La primera, les enturbiará el alma, la segunda, les sobrecogerá el corazón (o la mente). Saludos
Melmoth
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