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España España · Barcelona
Voto de Gilbert:
8
Drama Año 30 de nuestra era. En la provincia romana de Judea, un misterioso carpintero llamado Jesús de Nazareth comienza a anunciar la llegada del "reino de Dios" y se rodea de un grupo de humildes pescadores: los Apóstoles. Durante siglos, el pueblo judío había esperado la llegada del Mesías - personaje providencial que liberaría su sagrada patria e instauraría un nuevo orden basado en la justicia-. Las enseñanzas de Jesús atraen a una gran ... [+]
7 de abril de 2007
213 de 292 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pensaba hacer una crítica explicando la cantidad de simbolismos y analogías que uno puede encontrar con la misa católica. Tantos, que no sé como agradó esta película a las comunidades protestantes estadounidenses. Pero francamente, ¿vale la pena?

Así que me centraré en lo que considero más importante en este Vía crucis filmado. Y que curiosamente es lo que más escandaliza a los que denigran la peli: nos muestra el Cristo sufriente. No el Cristo que predica, no el Cristo que hace milagros, no, no. Lo que nos muestra es lo escandaloso: El Cordero de Dios camino de la cruz, Dios hecho hombre dejándose matar por los hombres. Dejándose matar por ti y por mí.

Naturalmente es imperfecta porque no se puede hacer una película perfecta de un hecho perfecto. Y porque Mel Gibson, con fallos evidentes, lo cuenta a su manera, claro. Sólo se puede explicar el sufrimiento de una manera personal. Y parece que Gibson lo identifica más con lo físico que otra cosa. Bueno, es una opción. Yo la hubiese hecho menos sangrante pero más dura y humillante. Aunque supongo que explicar por ejemplo el sufrimiento de Cristo en Getsemaní, que por lo visto fue el peor, es imposible en la pantalla. ¿Cómo filmar el sufrimiento espiritual?

Pues este Cristo sufriente, del que muchos se escandalizan, es con quien se identifican más las personas que sufren más. Id a un Cottolengo, un sitio de adolescentes malformados y abandonados, y veréis a muchachos sufriendo de verdad agarrados a una cruz. Id a una casa de la Madre Teresa de Calcuta y ved a alguien, de cualquier credo o religión, desahuciado agonizar en su lecho y lo veréis asido a una imagen de Cristo sufriendo. Sin sermones, sin moralina, sólo dolor. La realidad misma, no pseudo-filosofías en boga. ¿Y quién más puede renovarles ese dolor en amor?

Así que por ser la primera vez, y por ahora única, que alguien pone todo esto en la pantalla, en mi opinión Mel Gibson desde luego no ha hecho la mejor película de la historia, pero sí la más importante.

“...pues lo necio de Dios es más sabio que los hombres; y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres” (1 Co 1,24-25).
Gilbert
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