Tremenda producción inspirado en la comuna de Jonestown y los hechos acaecidos allí en 1978. Si no los conoces, como ha sido mi caso, es todavía más impactante. Unos periodistas entran en una comuna cerrada en la que en apariencia todos viven felices, sin preocupaciones y con un líder carismático que les guía y dirige. Pronto empiezan a detectar que no es oro todo lo que reluce.

Filmada en modo falso documental, las grabaciones cámara en mano copan casi todo el metraje pero no todo, lo cual parece no gustar a algunos. O todo o nada, parecen decir, pero no creo que la historia pierda fuerza por ese detalle. Desde el momento en que nos quieren convencer de que todo funciona bien en ese paraíso terrenal sabemos que la cosa terminará mal, pero el viaje es lo que cuenta. Está rodado con suficiente pulso y ritmo como para que le tenga a uno pegado a la pantalla y genere incomodidad. Si conoces los hechos originales solo queda esperar a ver como te los presentan.

Siendo poco fan del mockumentary puedo decir que es el mejor exponente que he visto de este género tan desgastado. La historia es sólida y los protagonistas se comportan como personas normales tratando de manejarse en una situación anormal, sin comportarse como estúpidos haciendo cosas sin sentido. Como estudio de hasta donde llega la capacidad del ser humano para someter a sus semejantes también tiene su valor. Los pobres y los desheredados, en su desesperación, lo darán todo por aquel que les ha regalado el único pedacito de cielo que han conocido. Y además es tremendamente entretenida. Merecido 7.