Simplemente pasable film catastrófico que se centra en el drama humano más que en mostrar imágenes plagadas de CGI. Los pedazos de un meteorito van cayendo poco a poco a la Tierra, que va sufriendo impactos cada vez más devastadores. Mientras, una familia intenta llegar a un lugar seguro determinado por el gobierno.

Dado que se renuncia al festival de efectos, todo se centra en el trasiego de los tres protagonistas mientras intentan ponerse a salvo, les separan y luchan por reunirse de nuevo hasta que lo consiguen. Nada que no hayamos visto antes, aunque le reconozco que está mostrado con algo más de verosimilitud, y las ocasiones en que provoca vergüenza ajena se reducen considerablemente. No por ello deja de haberlas, es cine comercial de catástrofes y momentos sentimentaloides tiene que haber.

Mención especial merece la escena en que, en mitad de un apocalipsis de destrucción, el suegro del prota le pide a este cuentas por sus excesos extra maritales. La familia no se toca, ni en mitad de una extinción global, que hay que seguir animando a ir al cine en familia y ciertos valores son intocables. Más larga que un día sin pan, se deja ver si las expectativas son bajas.