Película difícil de recomendar, ya que combina hallazgos estéticos muy para frikis y cutreces visuales que no cualquiera pasaría por alto. El mundo vive sumido en un lejano futuro distópico en el que las corporaciones se han hecho con el planeta y guerrean entre sí con armamento impropio de la época. En este contexto, surge una amenaza común venida del espacio exterior que convierte a los humanos en zombis mutantes.

Vi esta película hace años y me fascinó el diseño de producción dieselpunk. La estética retrofuturista siempre me ha gustado y esta es sin duda la mayor fortaleza de la cinta. No obstante, estamos ante una muy clara serie B que si bien en sus primeros compases, antes de aparecer los mutantes, disimula razonablemente bien sus carencias presupuestarias, luego de la aparición de estos ya no pueden dejar de hacernos sangrar los ojos.

El recurso de dejar la sangre en rojo intenso para que contraste con la fotografía ahumada general es visualmente vistoso, pero solo si no se abusa de él. Cuando empiezan las peleas cuerpo a cuerpo, ya no es uso, es abuso, lo que combinado con algunos efectos digitales de garrafón nos deja con la sensación de que echaron el resto con la recreación de esa distopía retro, en el que la alta tecnología parece haber desaparecido. La historia no tiene mayor relevancia porque es un "doce del patíbulo" retrofuturista con zombis mutantes. Tan loco como suena. Y con el poco dinero que parece que tenían bastante han conseguido. Una frikada que fascina o provoca arcadas. A mí me fascina su planteamiento y su aspecto visual, lo cual reprime algo las arcadas.