Floja propuesta con alto contenido gore pero que quedaría como telefilm de domingo si le sacáramos las escenas violentas, que tampoco son tantas. Un grupo de activistas se traslada al Amazonas peruano para realizar una acción que impida la desaparición de una tribu debido a la deforestación. Una vez allí descubrirán la agenda oculta del líder del grupo así como las costumbres culinarias de dicha tribu.

Me recordó a "las Ruinas" (2008) en el aspecto de que desde un principio se nos presenta a la banda protagonista como unos pijos wasp odiables, gracias a lo cual luego uno no sufre nada con todo lo que les ocurre. Se revela que el estándar físico femenino para entrar en una de estas asociaciones es tirando a alto, así que feas abstenerse, el activismo no es para vosotras. Diría también que los yankis están otra vez poniendo a los latinos de salvajes para arriba, pero allí por el norte también pergeñan lo suyo con sus rednecks, así que se lo perdonamos. Si acaso habría que recordárselo a Eli Roth, que cuando no está en la Europa del Este se va a Suramérica a buscar atrocidades. También se desliza algo de amoralidad por parte del hombre blanco encarnada en el cabecilla, pero no pasa de ser una ridiculización grotesca.

La verdad es que el mayor esmero se produce en la primera muerte a manos de la tribu; luego, todo decae. Un clímax a mitad de película siempre es mal asunto. Además lo que sucede a continuación es idiota (en spoiler). El guión sufre más que cualquiera de los personajes. La relación de la prota con el niño es pura exigencia del guión para facilitar el final, no cuadra ni a pedradas. Muy discreta producción que no baja a un tres porque al menos no te aburre, pero es solo un pretexto para mostrar violencia y satisfacer a los devotos de la sangre. Eso sí, en la escena de la protagonista desnuda apenas se ve medio pezón, y fugazmente. La doble moral usamericana es inapelable. Carne de festival, nada más.