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Voto de KlingonCome:
7
Comedia. Drama Nancy Stokes, una maestra de escuela jubilada, anhela algo de aventura y sexo. Buen sexo. Su difunto marido Robert le proporcionaba un hogar, una familia y algo parecido a una vida, pero nunca tuvo buen sexo de él. Ahora que hace tiempo que Robert falleció, Nancy pone en marcha su plan y contrata a un joven gigoló que responde al exótico nombre de “Leo Grande”. En una habitación de hotel anónima, Nancy recibe a Leo. Su aspecto es tan ... [+]
10 de diciembre de 2022
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Refrescante pieza cuasiteatral con solo dos intérpretes dándolo todo y en estado de gracia. Viuda y superados los 60, una mujer se da el capricho de contratar los servicios de un trabajador sexual. Llevada por un impulso primario, pronto duda de si realmente desea culminar la "relación", por lo que empieza entablar conversación con el joven.

Esta película toca muchos temas, algunos más profundamente que otros, pero las alusiones se hacen notar los suficiente: la frustración de no haber tenido una vida plena, los complejos que conlleva no estar a gusto con el propio cuerpo, la tendencia a juzgar a desconocidos con arreglo a prejuicios carentes de base, el sexo en la tercera edad... También se atreve a entrar en terrenos más cenagosos como el de la maternidad poco satisfactoria; es muy valiente la confesión que hace Nancy acerca de lo que siente sobre sus hijos en relación al impacto que tuvieron en su propia vida. Puede sonar incluso cruel, pero no deja de ser una realidad más que, no por silenciada, deja de existir. Parece que solo son los hijos los que tienen derecho a renegar de sus padres.

Y también emboca con valentía el asunto del trabajo sexual, ofreciendo una visión sin la sordidez habitual. Quizá algo pija y no mayoritaria, pero vuelvo a remarcar, no por ello inexistente. El trabajo sexual visto como un servicio público que procura placer y vivencias positivas a personas que están lejos de conseguirlas por sus medios. Imagino a los neopuritanos del siglo XXI, que quieren prohibir todo lo relacionado con el trabajo sexual, echando fuego por los ojos. Todo ello, además, mostrado con gran elegancia y de manera muy dinámica gracias a unos diálogos inteligentes y vivaces, pero sin sentirse forzados ni pecar de mordacidad impostada. En un solo escenario durante casi todo el metraje, y con dos actores que con solo un gesto transmiten lo que luego revelan sus líneas de diálogo. A eso se le llama actuar con mayúsculas. Sin duda, de lo mejor del año.
KlingonCome
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