El cine de terror del lejano oriente transita invariablemente sobre las posesiones, los demonios y los fantasmas. Es su cultura y hay que respetarla. En The Medium nos presentan un lugar donde sus gentes consideran normal que los espíritus posean personas, siendo que estaríamos ante espíritus benignos que utilizan un recipiente humano como medio para solucionar los problemas "sobrenaturales" de la gente.

Como está rodada en formato mockumentary, o falso documental, la narración y la puesta en escena son hiper realistas, lo que por momentos hace que se relaje el espíritu crítico ante el cúmulo de chorradas que te van contando. Las interpretaciones ayudan y todo el reparto se toma muy en serio su papel en la función, y ello termina por construir un cuadro general que, a pesar de su, a todas luces, excesiva duración, no podemos decir que se haga aburrido.

Pero como es un mockumentary, se agarran a recursos que, de tan sobados, apestan como un calcetín recién sudado. Incluso cuando el cámara se encuentra en mitad de una masacre continúa rodando, con un par de huevos. Cosas absurdas que solo se justifican para dar soporte al formato de falso documental, pero que van contra toda lógica y sentido común. El abuso de la luz infrarroja, esa de tonito verde, es otro de esos recursos que se explotan hasta el cansancio. Al final solo es otra película de posesiones y exorcismos, poliposesión la podríamos llamar, que también ofrece momentos visionados en el cine de zombis, y que si fuera una producción occidental seguro que obtendría otras calificaciones. Pero el punto del exotismo se lo anota.