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Voto de The Wild Side:
5
Drama Chicuarotes trata acerca de ‘el Cagalera’ y ‘el Moloteco’, dos chicos que buscan desesperadamente salir de la situación y de su pueblo natal. La travesía inicia cuando un amigo de ellos les habla de la posibilidad de comprar una plaza en el sindicato de electricistas, para lo cual idean distintas formas de juntar el dinero y poderse ir junto con Sugehili, la novia de ‘el Cagalera’. Esto los lleva por una aventura juvenil que desemboca ... [+]
29 de julio de 2020
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La representación de la violencia en México y la lucha de clases parece reiterativa. Y no lo culpo, es como culpar a Hollywood por realizar películas de superhéroes sin medida. La fórmula del éxito, pero sobre todo de la trascendencia, reside en la capacidad de contar una nueva historia desde una nueva perspectiva. Es algo bien establecido que impulsa al equipo creativo a la innovación. Sin embargo, tal vez este no sea el caso.

El segundo largometraje de Gael García Bernal ‘Chicuarotes’ (2019) estrenado en el pasado festival internacional de cine de Shangai y Cannes, así como una de las recientes adquisiciones de Netflix, sortea un pasaje en la vida de un adolescente en San Gregorio Atlapulco, Xochimilco: ‘El Cagalera’ (Benny Emmanuel) junto a su fiel acompañante ‘El Moloteco’ (Gabriel Carbajal), personajes que reciben el gentilicio como ‘Chicuarotes’. Desde la primera escena somos testigos de la premisa de la película: la pobreza los obliga a realizar trabajos precarios y, en su defecto, al crimen, siendo estas dos opciones las que trazan el futuro ominoso del protagonista.

Pasando a través de diversos estilos cinematográficos que serpentean el drama, la comedia o incluso rozando el coming-of-age se entreven con diversas historias como la relación amorosa del protagonista, el devenir sexual de su hermano o diversos acontecimientos fúnebres que en algunos casos establecen la apoteosis o la decadencia de los personajes. Es así como Gael García denota su capacidad como director con un guion de Augusto Mendoza (Abel, 2010) sustentado casi en su totalidad en el portento de los actores, uno de los pequeños aciertos de la película, que se observa en la eterna y contrastante dupla de la comedia originada tal vez en el Don Quijote con Sancho Panza y, otra menos agraciada, como Pedro y el Jaibo de ‘Los Olvidados’ (1950), esta última que remite en ‘Chicuarotes’ con destellos de humor e ironía que arrastran hacia el dramático final.

Sin embargo, uno se hace varias preguntas conforme la trama avanza. Surgen cuestionamientos que embargan la realidad y tergiversan la premisa donde se pierde la noción del origen de la maldad a raíz de la pobreza o la indulgencia. La bola de nieve que se intenta construir con una serie de eventos que no guardan relación bien podrían eliminarse y la historia del protagonista continuaría, así como monólogos shakesperianos irrelevantes. Se asemeja en algunas cuestiones con la tórpida banda sonora que solo revela sus carencias.

‘Chicuarotes’ resulta notables por destellos. El sólido reparto es reflejado en diversos encuadres y close-ups ante las preocupaciones que los sucumben o en trazas de neón para enaltecer la inocencia que se va perdiendo. La escena inicial será difícil de igualar por ser un fiel retrato de la idiosincrasia mexicana. Sin embargo, conforme avanza el metraje la fórmula de la innovación se desdibuja en un discurso convencional y melodramático.
The Wild Side
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