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Voto de Felipe Critic:
10
Fantástico. Drama. Romance. Thriller En un inquietante laboratorio de alta seguridad, durante la Guerra Fría, se produce una conexión insólita entre dos mundos aparentemente alejados. La vida de la solitaria Elisa (Sally Hawkins), que trabaja como limpiadora en el laboratorio, cambia por completo cuando descubre un experimento clasificado como secreto: un hombre anfibio (Doug Jones) que se encuentra ahí recluido. (FILMAFFINITY)
26 de abril de 2018
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin decoraciones, se da por seguro que “The Shape of Water” es una hermosa obra maestra, el filme de Del Toro es una inquietante y encantadora lirica hacia al amor y, sin hiperbolizar mi extremo amor por el cineasta— aunque sí que lo tengo —, su película es una de las experiencias más inteligentes y estéticas plantadas en pantalla, una obra maestra profundamente conmovedora e impresionante, artísticamente perfecta, hermosamente actuada y dirigida y sencillamente construida que he visto en mi vida entera.

Para los más exigentes— como yo —, lo primero que salta a la vista una vez concluida la función es que dicho guion padece de muchos agujeros argumentales, a saber, jamás se brinda explicación mínima sobre cómo o para qué fue creada la creatura, tampoco se pervierte por tecnicismos científicos ni muchos menos por los problemas periféricos de la protagonista, los personajes de soporte o el tiempo en donde se desarrolla; el filme, sencillamente, no se anda con rodeos y para disfrutarla hay que tomarla del modo en que su director quiere que sea tomada: como una historia de monstruos en la que el amor y la perdida, en conjunto, juegan el mayor papel. No significa que el largometraje únicamente expela enseñanzas sobre ellos, rotundamente no, hay varias pistas que insinúan la participación de prometedoras materias que son sutilmente tocadas tales como la homosexualidad, la trascendencia de la soledad, la aceptación de una discapacidad, la tiranía masculina en una época en donde subyugación y mujer eran inequívocos sinónimos, una guerra violentamente fría, la hostilidad en las mega-industrias, el acoso laboral, las limitaciones, los vicios y la monotonía del presente.

Para dos de los actores este filme permite construir extraordinarios tours de force. Año tras año, el gran Michael Shannon sorprende más y más. Su Richard Strickland es voraz, ególatra, magnético y terrorífico; su actuación es de calidad mayúscula retratando a un hombre oprimido por el machismo, la avaricia y el poder, posiblemente, un reflejo que compatibiliza de buena manera con el lio de acoso laboral y sexual que ha empezado a robustecerse en meses recientes, una personificación de todos esos monstruos con corbata y contactos que simplemente requieren y cancelan. En la otra cara de la moneda, la segunda monumental interpretación recae por supuesto en los hombros de Sally Hawkins, logrando que una dama muda se gane la etiqueta, no de nuevo icono de superación femenina ni nada por estilo, si no de signo de amor, fe y libertad. Gestos, ademanes y herramientas interpretativas consiguen lo que muchos con capas de maquillaje, suntuosos peinados y voces masculinas no pueden: convencer y afectar, representado y dejando en alto a una minoría a la que le cierran las puertas de los sueños en la cara: los discapacitados.

Del Toro continúa realizando, excelentemente, la tarea de fichar a un equipo artístico de primera categoría. Película tras película, relato tras relato se ven fuertemente impulsados por una prolijidad visual arrolladora, dejando fuera género o función, ya es tradición que cada uno de sus estrenos signifiquen sublimidad en el aspecto creativo. Su último trabajo podría posicionarse en lo más alto de este podio. “The Shape of Water” es lo que es gracias a la ardua labor puesta sobre la obra, una hazaña que debe ser reconocida y alabada. Mientras en la apertura prevalece un tétrico color verde entre las ondas del agua, en las set-pieces posteriores se aprecian los verdes olivos, blancos pálidos, amarillos y azules verdosos que dan forma a la idea. Además, tales colores también son aplicados sobre vestuarios, maquillajes, escenificaciones y trucos visuales, apoyados por una iluminación ideal y particularmente lúgubre que denota una época silenciosamente hermosa. La fotografía es perfecta. Sus ángulos embellecen escenas claves y los enfoques e ingeniosos trucos de cambio de escena regresan a las técnicas de la vieja escuela que Del Toro frecuenta, y aquí, adoptan un nuevo nivel de complejidad e intensidad, resultando enardecedoras. Alexandre Desplat también es una ficha importante en el rompecabezas, pues sus composiciones atmosféricas y sus melodías específicas para determinado momento facilitan y armonizan la conexión de cada espectador con el objetivo general de la obra, sus composiciones siempre demuestran intimidad y apasionamiento, ahora, vuelven a jugar en rol de emisor de emociones por medio del sonido, mediante un trabajo que seguramente le valdrá, además de un enorme reconociendo, satisfacción y orgullo por convertirse en uno de los compositores más solicitados de Hollywood.

“The Shape of Water” de Guillermo Del Toro es una abrumadora experiencia, no por sus sutiles momentos de horror, su entretenido material o su pícaro sentido cómico, sino por la sencillez y la delicadeza con que este cineasta trata su invención, una obra rebosante de cualidades que no se deja llevar por los tradicionalismos del género, es el mensaje de perdida y felicidad el principal propósito, pues este, en muchos casos, se traduce en amor, y es precisamente ese el significado del título del filme. El agua, en su totalidad, jamás podrá ser contenida, el agua es amorfa, el amor comparte sus características, por la tanto, sus concepciones son enteramente inconmensurables. En uno de los años prodigios para México en la industria americana gracias a “Coco” y “The Shape of Water”, es el momento de que le sea remunerado a este peculiar realizador todos sus aportes para el cine. Mientras unos le entregan millones de dólares y laureles dorados, nosotros, los aspirantes a directores y más fieles seguidores, le entregamos nuestro más profundo respeto, admiración y agradecimiento al convertirse, al menos personalmente, en un verdadero modelo a seguir.
Felipe Critic
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