El Cine. Un arte del manejo visual de una historia, un conjunto de mañas, equipo y mucho trabajo. Con un resultado al que al espectador le atrapa y le mete en la película sin darse cuenta, y lo antes posible, lo estás pasando bien, estás disfrutando, te gusta lo que ves y no hay nada que te incomode. Cuando falla estos elementos o te incomodan a drede puede que deje de interesarte o pierdas concentración de la historia y mensaje.
Es lo que le pasa a El Hijo de Saúl.
Puedo estar conforme a las buenas críticas descritas en muchos aspectos, sobre todo a unas interpretaciones de primerísimos planos que no se hubieran podido hacer sin una interpretación majestuosa por parte de actores y dirección...
Pero el buen cine es el conjunto que menciono.
Hecho de menos saber donde sucede, el entorno, de tan mala experiencia los que padecieron el holocausto. El escenario.
No puedo aprobar esos primerísimos planos y tan poco campo de enfoque. Me incomodaron terriblemente. Cuando se abusa de una técnica para comunicar, se peca. Deja de interesar y cansa. Debe de haber equilibrio en su totalidad.