Media votos
8.1
Votos
196
Críticas
140
Listas
0
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de AdolfoOrtega:
6
7.9
36,931
Drama. Romance. Aventuras
Rusia, revolución bolchevique (1917). La guerra civil que sigue a la revolución mantiene al país profundamente dividido. En medio del conflicto, asistimos al drama íntimo de un hombre que lucha por sobrevivir. Este hombre es Zhivago, poeta y cirujano, marido y amante, cuya vida trastornada por la guerra afecta a las vidas de otros, incluida Tonya, su esposa, y Lara, la mujer de la que se enamora apasionadamente. (FILMAFFINITY)
28 de febrero de 2012
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
No seré yo quien critique la emisión de películas clásicas en televisión, pero siempre he tenido la duda de por qué algunos títulos son repuestos cada año, como por castigo (Lo que el viento se llevó, ¡Qué bello es vivir!, Doctor Zhivago...), mientras el resto son condenados al más absoluto ostracismo. Es imposible conocer lo que se digiere en las visceras del monstruo, pero, en cualquier caso, celebremos que Águila Roja o Los misterios de Laura han cedido, acaso momentáneamente, su espacio al cine clásico.
Pero no siempre cine clásico es sinónimo de buen cine, aunque aceptarlo sea especialmente doloroso para los amantes del séptimo arte. Por eso hubiera deseado que Doctor Zhivago, reconocida por crítica y público como un título destacable en la Historia, me hubiera encandilado, pero en honor a la verdad, he de confesar que no ha sido así.
Porque, aun valorando aspectos positivos, incluso magníficos en la cinta, son demasiados los momentos que no encajan, que chirrían, restándole credibilidad.
Pero no siempre cine clásico es sinónimo de buen cine, aunque aceptarlo sea especialmente doloroso para los amantes del séptimo arte. Por eso hubiera deseado que Doctor Zhivago, reconocida por crítica y público como un título destacable en la Historia, me hubiera encandilado, pero en honor a la verdad, he de confesar que no ha sido así.
Porque, aun valorando aspectos positivos, incluso magníficos en la cinta, son demasiados los momentos que no encajan, que chirrían, restándole credibilidad.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
La misma forma de presentarnos la historia, un burócrata afín al régimen comunista relata a la supuesta hija de su hermanastro la vida de éste, de la que apenas fue testigo salvo en momentos muy puntuales, pero de la que se erige como fiel narrador, flojea. No termino de comprender la pasividad con la que la Señora Zhivago se resigna a un futuro de hambre y penuria cargando con su anciano padre, sus dos hijos y sus cuernos... y ¡además le dice guapa a la rubia!. El personaje del aristócrata innoble, que no sólo sobrevive a la revolución, sino que además termina siendo ministro de no se qué (a mí, que me lo expliquen), sobre el que bascula gran parte de la trama, es, por lo menos, poco creible. ¿Y qué decir del marido de Lara, personaje a priori interesante, pero que desaparece a mitad de metraje, dejándonos la sensación de que su presencia es totalmente prescindible?
Pues bien, todos ellos se van encontrando y relacionando por la extensa rusia posrevolucionaria, como si estuvieran en el portal del bloque de aquí no hay quien viva...
Pero en este cuadro, mal compuesto en mi opinión, encontramos pinceladas de auténtico artista, momentos sublimes, de muy buen cine, que dignifican la producción, aunque no justifiquen sus fallos. Intentaré describir sólo algunos:
La expresión de los ojos de Yuri, mientras Lara, luminosa, plancha. Mirada de fiera herida, encerrada, ardiente de pasión.
La dignidad con la que el poeta, tras la guerra, suelta ese "Yo siempre he trabajado", a los comisarios rojos que usurpan su hogar.
La figura del anarquista en el tren, que, encadenado, refiere que él es el único hombre libre, y como llama lacayo a su carcelero.
La travesía por la helada estepa rusa. Niña, dale doble a la candela.
La masa que, cantando la internacional, logra hacer callar a la aristocracia que se divierte, indiferente al sufrimiento del pueblo, en el lujoso palacio cercano.
La música.
Esos retazos de arte en un conjunto tan desordenado, e incluso absurdo, me dejan una sensación agridulce, pero siempre será infinitamente mejor que pasar la noche viendo Águila Roja.
Pues bien, todos ellos se van encontrando y relacionando por la extensa rusia posrevolucionaria, como si estuvieran en el portal del bloque de aquí no hay quien viva...
Pero en este cuadro, mal compuesto en mi opinión, encontramos pinceladas de auténtico artista, momentos sublimes, de muy buen cine, que dignifican la producción, aunque no justifiquen sus fallos. Intentaré describir sólo algunos:
La expresión de los ojos de Yuri, mientras Lara, luminosa, plancha. Mirada de fiera herida, encerrada, ardiente de pasión.
La dignidad con la que el poeta, tras la guerra, suelta ese "Yo siempre he trabajado", a los comisarios rojos que usurpan su hogar.
La figura del anarquista en el tren, que, encadenado, refiere que él es el único hombre libre, y como llama lacayo a su carcelero.
La travesía por la helada estepa rusa. Niña, dale doble a la candela.
La masa que, cantando la internacional, logra hacer callar a la aristocracia que se divierte, indiferente al sufrimiento del pueblo, en el lujoso palacio cercano.
La música.
Esos retazos de arte en un conjunto tan desordenado, e incluso absurdo, me dejan una sensación agridulce, pero siempre será infinitamente mejor que pasar la noche viendo Águila Roja.