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Sudán Sudán · Lasinfàn Tasmela
Voto de Ok Rick:
9
Comedia. Drama. Romance Un viaje de Londres a la Riviera francesa hará que Joanna y su marido Mark revivan los románticos comienzos de su relación, los primeros años de su matrimonio y sus respectivas infidelidades. Con el paso del tiempo los dos han cambiado, por lo que tendrán que enfrentarse a un dilema: separarse o aceptarse mutuamente tal como son.
17 de diciembre de 2008
17 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Excelente comedia agridulce de Stanley Donen que constituye una de las más acertadas visiones instrospectivas sobre el matrimonio. Posiblemente debería (re)visionarse junto a El viaje a Italia/Te querré siempre de Rossellini.

A través de cinco viajes a la Riviera francesa (más uno breve en solitario del protagonista masculino) de un matrimonio en el espacio de diez años, Donen nos muestra cómo cambian los sentimientos entre dos personas. Con una aparentemente desordenada mezcla de escenas de esos cinco momentos, se nos ofrece una acertada evolución de las relaciones entre la pareja.

El ascenso en la escala social conlleva una disminución del amor, de la ilusión en el otro ... ¿o es el paso del tiempo? Así, cada uno de los viajes también va asociado a un coche diferente, que viene a representar ese ascenso (autostop el primero, compartido con unos "amigos", mg, descapotable y finalmente un esplendoroso mercedes).

Muchos de los sitios visitados a lo largo de los años son los mismos, pero ellos y sus sentimientos han cambiado. Quizá sólo perdure "el gusto" de Mark por olvidarse del pasaporte. Y aunque la llama de la pasión se apague, existan infidelidades, se tenga descendencia... el cariño persiste.

Donen tuvo el acierto y la suerte de contar para esta película con un gran Albert Finney (el arquitecto Mark) y con la ...................(llenen los puntos con los adjetivos que deseen) Audrey Hepburn, que pasaba por circunstancias difíciles en su matrimonio (Joanna). El resto de personajes gozan de escaso juego en pantalla, pero hay que destacar a una de las niñas voluntariamente más repugnantes de la historia del cine. Y la breve aparición de J. Bisset, desde luego.

Además, para ilustrar el genial guión de Frederic Raphael, Stanley Donen contó con la espectacular fotografía (es difícil plasmar defectuosamente la Riviera) de Christopher Challis y una sensacional partitura del maestro Mancini.

Una sensacional película que siempre que se ve hace que pases la noche (como mínimo) pensando en eso más o menos importante pero imprescindible que es el amor; en su versión contractual/matrimonial, eso sí.

Algunas perlas de la película:

- Si algo me pone negro es una mujer indispensable.

- Cuando algo ha terminado hay que reconocer que ha terminado

- ¿Qué clase de personas se pasan horas sin nada que decirse? Los matrimonios.

- El matrimonio es cuando la mujer le dice al hombre: Quítate la ropa. ¿Sabes por qué lo dice? Para llevarla al tinte.
Ok Rick
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