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Voto de Raul Cortina:
10
8.0
41,419
Animación. Drama. Bélico Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Seita y Setsuko son hijos de un oficial de la marina japonesa que viven en Kobe. Un día, durante un bombardeo, no consiguen llegar a tiempo al búnker donde su madre los espera. Cuando después buscan a su madre, la encuentran malherida en la escuela, que ha sido convertida en un hospital de urgencia. (FILMAFFINITY)
9 de julio de 2005
193 de 219 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tenemos ante nuestros ojos otra maravilla del estudio Ghibli (y van...) con dos peculiaridades.

Primera, no dirige Miyazaki.

Segunda y más importante. No es una película de animación convencional.

Siempre digo que es la película de animación más triste que jamás se ha hecho. De hecho una vez oí a un conocido mío decir “No sé por qué hacen estas películas de dibujos tan tristes”. Ahí está el kit de la cuestión. Walt Disney (tío Walt para los amigos) consiguió dignificar (más o menos) la animación pero también la hizo caer en una trampa: cine de animación era necesariamente cine para niños. Los japonenes nunca lo tuvieron tan claro y cuando llegaron los “dibujos japoneses” muchos se llevaron las manos a la cabeza alarmados por su constante “violencia gratuita”. Ni es constante ni es gratuita, lo que pasa es que ellos saben que esos dibujos no iban dirigidos a niños. He aquí el otro kit de la cuestión: no sólo no asocian cine de animación con niños sino que tienen claro los adultos pueden disfrutar del cine de animación, con lo cual puede tener sexo, violencia, metafísica... todo lo que tienen las películas “normales”.

En este panorama nació hace ya años La tumba de las luciérnagas, una película de dibujos animados de ninguna forma dirigida a niños, pero no por su violencia o sexo explícita (que no se encuentra en las producciones de Ghibli) sino por su extrema dureza. Películas como esta demuestran que “las películas de dibujos” no tienen por qué ser infantiles, que se pueden hacer grandes películas usando los mismos temas que el cine “normal” pero sobre todo, demuestran que la animación no es un género en sí mismo, en animación se puede hacer ciencia-ficción, fantasía, comedia... y efectivamente, drama, como este ejemplo. A ver si pronto y, de una vez por todas, se destruyen estas dos convenciones, animación es cine para niños y animación como género cinematográfico, y sea considerada simplemente como una forma más de expresión cinematográfica. Quizá sea un sueño, incluso ahora que ya hay una nominación a la mejor película de animación (aunque puede ser también un paso atrás, ¿por qué una película de animación no puede obtener el Oscar a la mejor película?), pues para muchos puristas del cine la animación es un “género menor”. Son los mismos que decían que con la llegada del cine sonoro no se podían hacer buenas películas, igual pasó con el color y está pasando lo mismo con la imagen generada por ordenador.

Yo estoy seguro de que si esta película se hubiera realizado de forma “convencional” le habrían llovido los premios y aún muchas mejores críticas. Creo que sólo queda resignarnos y acogernos a “pues ellos se lo pierden”.


Lo mejor: la dureza que impregna toda la película (por otro lado llena de dulzura).

Lo peor: que con títulos como esto la animación siga siendo considerada "genero" "y "menor" e "infantil"
Raul Cortina
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